LES AVELLANES I SANTA LINYA

Ermita de Sant Miquel de Privà

Este templo dedicado a san Miguel se encuentra en lo alto del monte al Privà, al Sur de Vilanova de la Sal, desde donde se accede por una vía asfaltada con fuerte pendiente a lo largo de unos 400 m. Cuando se termina el asfalto, se sigue hacia la izquierda hasta que, al divisar los restos del edificio, se debe subir por una senda hasta llegar a la cima. Desde allí se domina todo el valle dónde se asentó la población de Villam Novam de Privadano a partir de 1166. A pesar de no haber documentación alguna sobre Sant Miquel, se ha vinculado por su proximidad al antiguo monasterio premostratense de Santa Maria de Bellpuig el Vell, actualmente ermita del Sant Cap, que se trasladó en 1195 a Bellpuig de les Avellanes.

El edificio, que presenta un estado de conservación deplorable, está formado por una nave muy alargada, la cubierta de la cual se ha derrumbado, y un ábside semicircular, más estrecho. En el centro de éste se abre una ventana de doble derrame, muy deteriorada que aunque actualmente es cuadrada, pudo tener un arco de medio punto. Los paramentos exteriores son lisos y están formados por sillarejo muy irregular en forma y tamaño. En el centro de los muros laterales hay sendos contrafuertes. En el centro de la fachada occidental, se abre la puerta de acceso al templo, realizada con un arco de medio punto. Seguramente es de factura posterior, puesto que la puerta primitiva, actualmente tapiada, estaba situada en el muro meridional. Sobre la portada de poniente hay una abertura rectangular de doble derrame en la que las dovelas del arco han sido sustituidas por una piedra de gran tamaño.

El interior, que ha perdido el enlosado original, se encuentra cubierto de vegetación y escombros. A duras penas se observa el arranque de los tres arcos fajones situados, muy juntos, en el centro de la nave. Algún autor ha comentado la posibilidad de que la nave fuera ampliada o rehecha hacia occidente, hecho que explicaría el cambio de ubicación de la puerta y esta peculiar concentración de los arcos fajones. El ábside está cubierto con una bóveda de cuarto de esfera y su paramento está recubierto con mortero. La nave debía de contar con una bóveda de bóveda de cañón de la que tan sólo ha subsistido su arranque. En el tramo presbiterial, en el lado sur, se abre una ventana cuadrada, que, por su ubicación y altura, bien pudiera ser una antigua credencia.

Por su aspecto se ha relacionado con la iglesia de Sant Josep de la Figuera, lo que ha llevado a datarla en el siglo xii.

Texto y fotos: Nuria Font Marco

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 208; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984. pp. 438-439.