ARTESA DE SEGRE

Iglesia de Sant Climent de Vilves

La iglesia dedicada a san Clemente está situada en el casco antiguo de la población, junto a la torre del castillo y rodeada de viviendas, algunas de las cuales están adosadas a sus paredes.

La primera noticia de la que se dispone sobre esta iglesia data de1054, cuando Arnau Mir de Tost y su esposa Arsenda cedieron  a la canónica de Sant Miquel de Montmagastre un conjunto de iglesias, entre las que figuraba la de Vilves. Posteriormente, en 1065, este cenobio pasó a depender de la abadía de Áger, y con él, indirectamente, también Sant Climent. La posesión de la parroquia por parte de Àger fue confirmada posteriormente, en el año 1179, en una bula papal concedida por Alejandro III. En 2003 el Ayuntamiento de Artesa de Segre llevó a cabo un proceso de restauración consistente en la recuperación de las fachadas, la construcción del pavimento de la nave principal y la recuperación del que se conservaba.

Se trata de un edificio de nave única y una cabecera formada por un ábside semicircular de humilde factura y carente de decoración, que se asienta sobre un macizo rocoso. Dispone de una pequeña ventana rectangular, cegada al interior, la cual está ubicada muy cerca de la cornisa, posiblemente por haber sido sobrealzada la zona absidal. Entre el muro sur de la iglesia y la torre del castillo se adosó en época moderna una sacristía. En la fachada oeste se abre la portada, formada por un arco de medio punto compuesto por dovelas de grandes dimensiones, que corresponde a una reforma posterior. En la parte superior se halla una ventana en forma de aspillera rematada por un arco de medio punto y cuyas jambas están formadas por sillares de un tamaño considerable. El frontispicio se corona con un campanario de espadaña de dos ojos. La cubierta actual, a doble vertiente, está realizada con teja árabe dispuesta sobre las losas de piedra originales, excepto en el cuerpo central del edificio, donde un soporte elevado separa ambos tipo de material de cubrición. En los vestigios de la fábrica primitiva, en el ábside y en alguna franja del lienzo septentrional, se aprecia un tipo de aparejo distinto del resto de la construcción. La técnica constructiva original emplea sillares escuadrados dispuestos en hiladas regulares. En la zona restaurada, se emplea una piedra de tipo arenisca y conglomerado.

En el interior, la nave originalmente se cubrió mediante una bóveda de cañón con arcos fajones y el ábside con bóveda de cuarto de esfera. Éste, totalmente liso, está provisto de un arco presbiterial de medio punto que facilita la transición a la nave. En último proceso de restauración se han recuperado un oratorio y dos capillas laterales, bastante profundas, que estaban tapiados, y que en la actualidad dotan al templo de una aparente planta de cruz latina. Estas estancias son obra de un momento posterior. Asimismo, se han dejado al descubierto el aparejo de los muros, si bien el techo de la nave principal y del transepto permanece revestido de yeso.

La iglesia a pesar de conservar escasos elementos originales, tanto por el tipo de aparejo utilizado, como por las dimensiones de la nave, muy ancha, se puede encuadrar cronológicamente en el siglo xii, pero con influencias de la técnica constructiva propia del siglo xi.

Texto y fotos: Helena Soler Castán

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 173; Fité i Llevot, F., 1985, p. 268.