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Vista de la ermita de San Pedro

Identificador
39049_01_003n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 15' 7.20'' , -4º 35' 50.14''
Idioma
Autor
Esteban Sainz Vidal
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de San Pedro

Localidad
Caldas, Las
Municipio
Peñarrubia
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Descripción
COLOCADA EN ALTO, sobre un altozano que se eleva desde la orilla derecha del río Deva, a su llegada a La Hermida, la minúscula iglesia de Las Caldas muestra la misma humildad que tienen las casas de la aldea a la que sirve desde tiempo inmemorial. El lugar, en unión del caserío de La Hermida, situado abajo, en la reducida vega que atraviesa el río lebaniego, debió de atraer en todo tiempo, a grupos humanos que encontraron en las cálidas aguas del río, que en este paraje recibe manantiales con temperaturas de 25 a 61 grados, razón suficiente para asegurarse una permanencia continuada. Además, en las temerosas hoces del desfiladero que prácticamente aquí se inician; este lugar placentero utilizó siempre el camino natural que las evitaba, y que, pasando por Las Caldas, llegaba a Lamasón para alcanzar la baja montaña de las Asturias de Santillana. Aprovechando, pues, las virtudes del río, parece segura su habitabilidad en todos los tiempos, desde la prehistoria, como lo prueban los restos de estas culturas hallados en las proximidades de La Hermida (MUÑOZ, et alii, 1985). Pero es sobre todo en los siglos medievales cuando Las Caldas, como en líneas anteriores anticipamos, adquieren importancia por la existencia de un documento que señala el año 790, como lugar donde se localiza un monasterio dúplice, cuyos monjes y monjas hacen patente renuncia a sus bienes en beneficio de su abad. La iglesia reducidísima de tamaño, la humilde y pobre ermita de San Pedro, sigue el tipo de otras semejantes, en aspecto y ruralismo, como las capillas de San Pelayo, en Baró, o la de Enterría (Camaleño), muy próxima a la desembocadura del río Valcabe en el Deva, e igualmente a aquellas que circundan el monasterio de Santo Toribio de Liébana, todas ellas de una posible base románica muy antigua. Como ellas, la de Las Caldas tiene una sola nave, muros de mampostería, salvo vanos y esquinales, de grandes sillares escuadrados, una pequeñísima espadaña, de una sola tronera, puerta de arco un poco apuntado con tan sólo tres dovelas megalíticas, y en su interior un ábside rectangular con bóveda de medio cañón, arco triunfal de medio punto que carga sobre pilastras de cimacio simple, y cubierta de madera para la nave. El aspecto de estas viejas capillas, de muy baja altura y rusticidad, nos dirige a creerlas de una cronología que pudiera situarse en los años iniciales del siglo XII y aún posiblemente en años anteriores, si bien es este un juicio muy particular al que es imposible poder acompañar con testimonios claramente documentales o estilísticos.
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