Identificador
47300_01_020
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 35' 47.06'' , -4º 7' 7.35''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
Localidad
Peñafiel
Municipio
Peñafiel
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Peñafiel
Municipio
Peñafiel
Provincia
Valladolid
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
CUANDO EN EL SIGLO XII la población de la villa se extiende hacia su emplazamiento actual, algo más alejado de la sombra protectora del castillo, se rodea de nuevas murallas. A este momento podría remontarse la construcción, entre otras, de la iglesia de Santa María de Mediavilla (hoy Museo de Arte Sacro), lo que explicaría su ubicación respecto al conjunto edificado. Se trata de un edificio de tres naves separadas por pilares octogonales que soportan bóvedas de crucería simple en las naves laterales y de combados y terceletes en la central. Según Valdivieso y Castán Lanaspa, las fases más antiguas del edificio datarían del siglo XIV, estando concluida la iglesia en lo fundamental en el siglo XVI. En la centuria siguiente se construyó la torre y en el último cuarto del XVIII se reedificó la capilla mayor. Sin embargo, hay indicios suficientes para pensar en la existencia de un edificio románico anterior del que se aprovechó, al menos, parte de su muro septentrional donde aún se puede contemplar una pequeña portada, visible desde la nave del evangelio, que posiblemente daría paso a una capilla desaparecida. Esta portada está formada por un arco de medio punto cuya rosca se decora con octopétales de perfiles angulosos inscritas en círculos, motivo de uso común en algunas portadas segovianas y abulenses. Por sus características puede fecharse a finales del siglo XII. Además de la portada conservada hay que señalar que el seguimiento arqueológico realizado durante las obras de restauración de 1992 reveló una primitiva traza posiblemente románica. Se descubrieron tres grandes hoyos de planta circular, excavados en el nivel geológico, con características casi idénticas y dispuestos correlativamente a las estructuras. El hallazgo de restos de cimentación en uno de ellos y de un muro en su misma dirección, hicieron pensar en cajas de cimentación para pilares circulares, que sustentarían la bóveda de un edificio anterior al actual, posiblemente del siglo XII. Después de ser restaurada la iglesia de Santa María se habilitó en su interior un Museo de Arte Sacro que custodia entre otras piezas una escultura en piedra de la Virgen con el Niño, de finales del siglo XII. Se trata de una pieza tallada por los cuatro lados que representa a María sentada sobre un trono con reposabrazos y respaldo rematado con una bola a cada lado. Porta una diadema o corona mutilada –lo mismo que la frente– y un velo ceñido a la cabeza. Viste manto y túnica de escote redondo guarnecido con orfrés y cerrado con un broche circular. Destaca el exquisito tratamiento de los ropajes, con finos pliegues de tubo de órgano que caen simétricamente por la parte posterior y laterales del trono, acabando en una sucesión de meandros. Bajo la vestimenta asoma el típico calzado puntiagudo adornado con una cenefa reticulada en el centro. Sobre el regazo de la Virgen descansa el Niño al que sujeta con su mano izquierda, mientras éste se gira hacia ella en un gesto que parece alejarse de la estricta frontalidad que predican los cánones románicos. La postura que adoptan sus manos es la tradicional; bendiciendo con la diestra y sosteniendo un objeto mutilado (libro o bola) en la izquierda. Según los datos que constan en el museo, la obra procede posiblemente de la antigua iglesia de San Esteban de la que sólo se conserva la llamada “Torre del reloj”. La talla, que figura como depósito de la familia Jiménez de Cisneros Baudin, estuvo guardada durante algún tiempo en la capilla románica o baptisterio de San Miguel de Reoyo. Procedente de la misma iglesia de San Esteban se conserva en el museo otra talla de la Virgen con el Niño, en este caso de madera y de cronología algo posterior. Representa a la Virgen sedente, tocada con corona y velo que cae sobre los hombros describiendo suaves ondulaciones. Viste manto y túnica de cuello redondo adornado con orfrés y ceñida con cinturón. En la parte inferior se derraman abundantes plegados en forma de menadros bajo los que asoma el calzado. Con la mano derecha (posiblemente retallada) bendice y con la izquierda sujeta el borde de su manto. En la rodilla izquierda se dispone la figura del Niño, todavía muy frontal y sin brazos. Aunque presenta algunos detalles de tradición románica, como la disposición del velo sobre los hombros, los plegados inferiores de la túnica o la acusada rigidez y frontalidad de las figuras, creemos que se trata ya de una obra gótica que puede fecharse en torno al segundo tercio del siglo XIII.