Identificador
09347_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 23' 6.20'' , - 2º 10' 34.94'' E
Idioma
Autor
Museo Frederic Marès
Colaboradores
Museo Frederic Marès
Derechos
Edificio Procedencia (Fuente)
Localidad
Puentedura
Municipio
Puentedura (Burgos)
Comunidad
Castilla y León
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Barcelona
Municipio
Barcelona
Provincia
Barcelona
Comunidad
Cataluña
País
España
Claves
Descripción
EN EL MUSEO MARÈS, número de catálogo 120, se custodia una imagen mariana sedente procedente del municipio burgalés de Puentedura. En una publicación de 1922 escrita por J. Sanz con el título Iconografía mariana burgalesa, aparece en la ermita de San Millán, pero, según se indica en este trabajo, en el siglo XIX se encontraba en la ermita de Santa Marina. Desconocemos cuando se trasladó a la iglesia parroquial, dónde se encontraba en la década de 1950. En el libro dedicado a Pintura e imaginería románicas, de W. Cook y J. Gudiol, figura como leonesa. Fue Julia Ara quien localizó su procedencia gracias al citado libro de J. Sanz. La imagen está realizada en madera, mide 108 cm de alto por 46 de ancho y 32 de fondo. Su estado de conservación es excelente, a pesar de haber desaparecido ambas manos de María y el antebrazo derecho de Jesús, así como los pies. También los remates de la corona de la Virgen. Aparece representada como sedes sapientiae. Estilísticamente destaca por su delicada ejecución. Las dos figuras están completamente frontales, el Niño en el centro del regazo de María flanqueado por los brazos y manos de ésta pero sin llegar a tocarle, tal como podemos ver en la fotografía de 1921. La Virgen tiene el rostro alargado, de amplia frente sobre la que se percibe el cabello rematado en ondulaciones. La disposición del cuerpo es completamente simétrica, con la misma posición de manos y piernas. El Niño, que muestra las mismas facciones maternas, sujeta con su mano izquierda un libro cerrado, mientras que con la otra parecía bendecir. La Virgen lleva corona, velo ajustado al rostro y a los hombros, brial con cuello de abertura vertical y manto abierto que se une mediante un broche sobre el pecho, adoptando forma semicircular. Calza zapatos puntiagudos. El Niño, también coronado, viste túnica con el cuello decorado con orfrés y manto sobre el brazo izquierdo desde donde cruza, en una disposición típica de los mantos de la segunda mitad del siglo XII. Su calidad es muy superior a la del resto de las tallas marianas románicas de Burgos y no muestra ninguna relación con la escultura que se está realizando en la segunda mitad del siglo XII en la provincia, como sucede con la Virgen de Tremello de Gumiel de Izán, que acusa la influencia del relieve de la Anunciación de Santo Domingo de Silos. Cook y Gudiol la clasificaron como una obra maestra, en parte por su naturalismo, mientras que para Julia Ara evocaba en sus pliegues el recuerdo de la Portada Real de Chartres, emulando la densidad y el ritmo del plegado. A diferencia de aquéllos los pliegues de nuestra imagen no adoptan formas ovaladas, sino romboidales. Debido a su elevada calidad y a las similitudes mencionadas con la escultura francesa, parece tratarse de una pieza importada, la cual, tanto por el tipo de plegado, como por la disposición de la indumentaria y el naturalismo de las facciones de su rostro, se puede datar en la segunda mitad del siglo XII.