Identificador
40392_01_031
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 3' 19.08'' , -4º 5' 48.12''
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Agejas
Municipio
Cabañas de Polendos
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
SÓLO EN LA MEMORIA de los habitantes de Cabañas se conserva la advocación mariana de los arruinados paredones del templo, que testarudamente se resisten a su completa desaparición. Era una humilde construcción de planta basilical, con nave única y cabecera compuesta de presbiterio y ábside semicircular. El conjunto se levanta en mampostería de calicanto enfoscada, con refuerzo de sillería labrada a hacha en los esquinales de la nave, remate de los muros de la cabecera y codillos del tramo recto y hemiciclo. En el aparejo son notorios los cinco niveles de mechinales y las marcas del tablazón del encofrado. La sencilla portada se abre en el muro septentrional -hacia el desaparecido caserío- y consta de arco de medio punto de triple rosca sobre jambas, realizadas en ladrillo; protegía el acceso un pequeño pórtico hoy desaparecido, pero del que son visibles las rozas en el muro. Al fondo de la nave resta aún la viga del coro alto de madera que ocupó este espacio. La iglesia ha perdido sus cubiertas y el remate de sus muros, aunque aún se mantiene parte de la línea de simples canes de nacela que sujetaban la cornisa en el muro sur del presbiterio, y las cegadas saeteras que daban luz a la nave por su muro meridional. La capilla muestra un preocupante estado de ruina, habiéndose perdido la ventana absidal y buena parte del tambor. La ausencia de contrafuertes en la nave nos hace pensar que la cubría una estructura de madera, mientras que la cabecera recibió bóvedas, restando los riñones de la de cañón del presbiterio y el arranque de la bóveda de horno absidal, ambas ejecutadas en mampostería. No quedan vestigios de impostas. Sobre el hastial occidental se alza una sencilla espadaña de dos arcos de medio punto para campanas y remate a piñón, que combina en su aparejo el ladrillo con hiladas de sillares y mampostería. Bajo ella se abre una saetera de ladrillo recuadrada y abocinada al interior. Finalmente, un vano adintelado, también en ladrillo, perfora el muro septentrional del presbiterio, dando servicio a una hoy desaparecida sacristía. Nos encontramos, en definitiva, ante una humilde edificación que, por encima de consideraciones estéticas -a las que poco margen otorga la palmaria economía de medios-, trasluce la calidad constructiva de una sabia y popular combinación de mampostería encofrada, ladrillo y la contada sillería. Su estado de conservación, pese a lo dicho, no hace sino presagiar la pronta desaparición de esta iglesia, similar en ambiciones constructivas y tipología a los ejemplares, también arruinados, de San Miguel de Quintanas en Carbonero el Mayor, la ermita de Pinillos de Armuña, la ermita de San Pedro de Valdevacas, las ermitonas de San Miguel de Bernuy, etc., edificios que, en su conjunto y de modo lato, podemos datar entre los años centrales del siglo XII y la primera mitad de la centuria siguiente.