LA TORRE DE CABDELLA

Iglesia de Sant Lleïr de Pobellà

El pequeño pueblo de Pobellà está situado en la margen izquierda del río Flamisell, formando parte, junto a Mont-ros y Paüls de Flamisell, de la conocida como Coma de Mont-ros. La antigua villa fortificada y el castillo de Pobellà aparecen mencionados hacia el año 1190, aunque se desconoce exactamente el emplazamiento de este último. Lo que sí parece indudable es el carácter fortificado de la localidad, organizado a partir de una calle de forma circular en su interior que articula otras dos de menores dimensiones. También en 1198, es mencionado el pueblo junto a la villa de Paüls como pertenecientes al castillo de Montros. Los restos de la antigua capilla dedicada a san Licerio se encuentran en la parte superior del barranco del Bosc, a los pies de la montaña de Sant Quiri. El acceso al lugar es complicado pues debe realizarse por una pista forestal apta únicamente para vehículos todo terreno. En unos quince minutos partiendo desde la zona sur del pueblo en dirección a la Font dels Pous, se llega hasta su emplazamiento, situado en una pequeña explanada conocida como es Comacigrons, utilizada como zona de alimentación y observatorio de grandes aves carroñeras. Los restos de la capilla de Sant pueden pasar fácilmente desapercibidos, pues son escasos y quedan bastante ocultos por la vegetación.

Tan sólo se conserva una pequeña parte de los muros perimetrales, que en el tramo de mayor altura no superan los 180 cm, y un corto fragmento del paramento ábsidal. A pesar de lo fragmentario de sus restos, se puede adivinar la disposición en planta original, con una sola nave rectangular y la cabecera formada por un ábside semicircular. En este último se puede ver una solución constructiva poco común en esta tipología arquitectónica en la región: un muro de separación entre el ábside y la nave que permitía el paso a través de una pequeña abertura, pegada al muro norte, apoyada a su vez en parte, como el mismo ábside, sobre la roca natural. La puerta de acceso al interior del templo debía abrirse en el muro oeste, en la actualidad sepultado bajo un gran montón de piedras de la propia edificación. La cubierta sería bastante sencilla, de vigas de madera y tejado a doble vertiente, pues no se han encontrado restos de una posible bóveda. En general el aparejo utilizado está compuesto por sillarejo muy irregular en tamaño y disposición, especialmente en el muro norte, que intenta mantener cierto orden en las hileras horizontales.

Aunque se ha datado este templo entre los siglos ix y x, debido a la aparición en los alrededores de estelas pétreas funerarias que formaban parte de una necrópolis, aunque no existen estudios al respecto que lo definan con claridad, por lo que no debe descartarse una cronología posterior.

Texto y fotos: David Antonio Rico

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 479-480.