Santa María de Argelaguer
Castillo de Montpalau
Las ruinas del castillo de Montpalau se hallan en la cima de un montículo que se alza unos 150 m en la orilla derecha del río Fluvià. Por la carretera de Besalú a Olot llegaremos hasta Sant Jaume de Llierca, villa que debemos atravesar en dirección Sur hasta encontrar una pista que cruza el Fluvià. De allí se sigue el torrente de la Miana hasta llegar a la explanada de Can Font, donde se recomienda dejar el coche y tomar la pista que sale a la izquierda y que lleva hasta los vestigios del castillo.
El castillo de Montpalau pertenecía en origen a la villa de Sant Jaume de Llierca, nombre actual del antiguo término de Palau de Montagut, que en el año 940 aparece en la documentación como villa qui dicunt Palacio. Aunque el pueblo de Palau dependía de la parroquia de Montagut, y por lo tanto de los monjes de Sant Pere de Camprodon, la montaña de Montpalau, citada por vez primera en el año 1004 (ipso monte que dicunt Palacio) dependía de la parroquia de Argelaguer y era jurisdicción de los señores de Sales.
En este sentido, es posible que el castillo fuera edificado en la segunda mitad del siglo xi por los señores de Sales, con el fin de defender la vertiente oriental del valle de Fluvià. No en vano, el castillo de Montpalau no aparece en la documentación hasta el siglo xiii. En el año 1216, tras la muerte de Arnau de Sales, su viuda Alamanda de Sales cedió la castellanía de Montpalau a Dolça, hija de Bernat de Montpalau y esposa de Pere d’Albis. Recibe de ellos por capitate 200 sueldos barceloneses de cuaterno y otros 300 sueldos en redención de la décima de Argelaguer. Al parecer, en el 1221 la misma Alamanda de Sales dotó la capilla del castillo de Montpalau, dedicada a santa Magdalena, consagrada el 1228 por el obispo Guillem de Girona. Tras la muerte de Alamanda, el castillo quedó en las manos de su hija Guillema, casada con Arnau de Soler. Según Monsalvatge, ésta dispuso de todos los derechos que sus progenitores tenían en las parroquias de Argelaguer y Sant Julià del Mont. Así, en el año 1261 Guillema Soler actuaba como señora del castillo de Palau de Montagut. Posteriormente, en el 1332, Guillem Pere figura como batlle de Palacio, mientras que en el fogaje de 1365-1370 se menciona un Ademar de Montpalau como señor del lugar: Munt Palau ab son terme, den Esmar de munt palau (…) xlii fochs.
En el siglo xv la familia Montpalau decide abandonar el viejo castillo y establece su residencia en la villa de Argelaguer, en una casa fuerte situada a pocos metros de la iglesia de Santa Maria.
Una vez en la cima, donde se alcanza una vista privilegiada, pronto se revelan los vestigios de lo que fue el castillo de Montpalau. Aunque presenta un estado ruinoso, conservamos notables elementos como la torre del homenaje y parte de la muralla noroeste. El elemento más significativo es, sin duda, la torre de planta cuadrada situada en el sector occidental. Presenta una altura de casi 8 m, aunque cabe suponer que tenía un piso superior hoy desaparecido. Del mismo modo, se conserva también la fachada de levante en la que se abre una gran puerta de arco de medio punto adovelado, ligeramente por encima del nivel del suelo. En la cara interior podemos observar como la estructura presentaba como mínimo dos niveles. El inferior estaba cubierto mediante bóveda medio cañón. Las paredes de la torre presentan sillares rectangulares y alargados, aunque no muy trabajados.
Alrededor del conjunto se articulaba una estructura de murallas, de las que sólo quedan en pie unos 15 metros, que cerraban el espacio donde se ubicaba el resto de construcciones del castillo. El muro sur ha cedido y el resto presentan un pésimo estado de conservación.
Finalmente, no podemos acabar esta incursión en Montpalau sin mencionar que en el sector occidental del montículo se conservan los vestigios de una casa fuerte de planta cuadrada que todavía conserva la puerta, en origen adovelada. Se trata de una fortificación tardía, alzada presumiblemente en el siglo xiii.
Capilla de Santa Magdalena
A escasos 100 metros de la fortaleza se encuentra la iglesia de Santa Magdalena, capilla del castillo de Montpalau, fundada a inicios del siglo xiii por Arnau de Sales. Según la documentación, en julio de 1221 Alamanda de Sales y sus hijas Agnès, Ermessenda y Guillerma, prometieron a dicha capilla en concepto de dotación una libra de cera al año. Asimismo, el obispo de Girona aprobaba la antigua donación hecha por Arnau de Sales y otorgaba la capilla a Alamanda y sus hijas, las cuales ofrecían en compensación al obispo dos mansos situados en Sant Esteve de Llanars.
La iglesia del castillo fue consagrada en octubre del 1228 por el obispo Guillem de Girona, tal y como relata el historiador Francesc Monsalvatge: vino el D. Guillermo, miseratione divina, obispo de Girona, á consagrar la capilla en honor á Santa María de Magdalena de Montepalacio, edificada pie et devote por los nobles y reverendos Arnaldo, difunto, y Alemanda su mujer. Según el acta de consagración, la capilla fue puesta bajo la protección de la sede gerundense, a la cual debía pagar anualmente, por esta razón, una libra de cera el día de Pascua. Además, fueron confirmadas todas las posesiones de la capilla, a la vez que Alamanda hacía donación de las décimas de Llanars, Monars, Pera, Bestracà, Gitarriu y Argelaguer, entre otras parroquias de la zona.
Posteriormente es mencionada en las Ratione decimarum del año 1279 como capella de Montepalacio, mientras que en los nomenclátores de la diócesis de finales del siglo xiv figura como capilla sancte Marie Magdalene in castro de Montepalatio in parrochia Sancte Marie de Argilagueriis. Durante el siglo xvii, el beneficio fundado obligaba al obtentor a celebrar misa durante las fiestas de Santa Magdalena y Santa Bárbara. En la centuria siguiente y parte del siglo xix, la dependencia respecto a Argelaguer todavía era vigente, mientras que a mediados del siglo xx pasó a depender de la parroquia de Sant Jaume de Llierca.
Se trata de un edificio de pequeñas dimensiones que presenta una sola nave rectangular, con bóveda de cañón y ábside semicircular. Frente a la solidez del muro, compuesto por pequeños sillares dispuestos en hiladas uniformes, destaca el único vano del ábside, ubicado en la zona semicircular de la cabecera en eje sobre el altar. La construcción está precedida de un porche de madera construido en el año 1982. Éste protege la puerta de la iglesia, flanqueada por dos ventanas cuadradas de doble derrame con una reja. Sobre el porche se alza la espadaña. El interior carece de elementos artístico de interés, quedando enlucido en su totalidad. Únicamente podemos resaltar la abertura de un vano en la pared sur de la nave.
Texto y fotos: Carles Sánchez Márquez
Bibliografía
Baraldés i Capdevila, M., Casas i Pujades, B. y Costa i Costa, J. M., 2008, pp; 332-334; Castells Catalans, Els, 1967-1979, III, pp. 130-133; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 115-119; Corominas Planellas, J. M. y Marqués Casanovas, J., 1967-1978, IV p. 100; Del Campo i Jordà, F., 1989, pp. 72-73; Matas i Arovitx, J., 1905, pp. 76-78; Monsalvatge y Fossas, F., 1889-1919, XII, pp. 94-98; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, p. 8.