ES UN TEMPLO HECHO fundamentalmente en mampostería, con gran cabecera cuadrangular tardogótica y pequeña nave que constituye el resto más antiguo, a partir del cual se fueron haciendo diversas reformas y añadidos. Durante la primera mitad del siglo XVI la iglesia fue ampliada, construyéndose una nueva cabecera -que duplicó el espacio interior del templo-, varias capillas, arcosolios y un nuevo acceso al coro desde la nave. Además se construyó un pórtico en 1830 que también transformó su aspecto exterior. Todas estas modificaciones hacen que de la tardía fábrica románica sólo queden en la actualidad tres tramos de la nave, y éstos profundamente retocados, entre otras cosas por el acceso al coro añadido al costado septentrional o el arcosolio del baptisterio situado en el mismo lado. La cubierta de la nave, sin embargo, se mantiene intacta, compuesta por una bóveda de cañón apuntado que parte de imposta achaflanada y que es sostenida por dos arcos fajones de rosca simple, apoyados en semicolumnas adosadas a los muros. Cada una de éstas parte de podio cuadrangular, con basa compuesta de plinto al que sigue una especie de nacela invertida, rematando en toscos capiteles que portan rudas formas geométricas, generalmente con piezas redondeadas en las esquinas, a modo de insinuadas caras antropoides, a veces complementadas con tacos, aunque el más oriental de los que se adosan al muro norte porta también unos discos laterales y en el frente un somero relieve representando a un ave sobre una cruz griega. Los cimacios son igualmente achaflanados y todo se halla revocado y posteriormente pintado. La portada, abierta en el paño central de la nave, en el muro sur, es del mismo momento, situada a ras de paramento, entre los contrafuertes que soportan el empuje de los fajones del interior. Está formada por arco doblado y apuntado, cuyas aristas se decoran con tacos, mientras que los apoyos los constituyen dobles pilastras rematadas en impostas de ancho listel y corto chaflán. Por las características constructivas que presenta esta nave y su portada y por los parcos elementos decorativos de los capiteles, su construcción puede fecharse posiblemente hacia mediados del siglo XIII, bajo un ambiente de claras influencias góticas. En el testero de la capilla mayor quedan restos de pinturas murales del siglo XVI, datadas hacia 1570, que fingen un retablo de tres cuerpos, con imágenes de los apóstoles en el inferior, de San Juan Bautista y San Gregorio en el central y con una Asunción de María en el ático. Probablemente, y de no mediar milagroso remedio, la vida de este templo tiene sus días contados.