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Planta

Identificador
34247_02_009
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 52' 18.24'' , -4º 13' 26.04''
Idioma
Autor
Juan José Conde Muñoz
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Julián y Santa Basilisa

Localidad
Villaconancio
Municipio
Villaconancio
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE SAN JULIÁN Y SANTA BASILISA se encuentra situada en la zona central del pueblo, rodeada por calles hormigonadas. Existe una pequeña plazoleta parcialmente elevada abierta en el lado meridional para salvar el acusado desnivel del terreno. El templo se arruinó completamente en 1833 y sus funciones parroquiales pasaron a la ermita de Nuestra Señora de Mediavilla, localizada en un extremo del pueblo. Si exceptuamos los dos ábsides de su primitiva fábrica románica, el resto del edificio es fruto de la reconstrucción de 1905. Su planta es de una sola nave litúrgicamente orientada, con crucero y cabecera concebida para tres ábsides, aunque hoy en día tan sólo se conservan dos, de los cuales el mayor sobresale respecto al de la nave del evangelio. En el lugar del ábside de la epístola, hacia el siglo XVI, se construyó una torre. A juzgar por los ábsides conservados y los escasos capiteles del interior, podemos suponer que el resto del edificio debió ser abundante en elementos decorativos. El ábside mayor está asentado sobre un zócalo que sobresale del lienzo del muro. Está compartimentado en cinco paños (el más meridional oculto por la torre). Del zócalo parten cuatro basas talladas sobre sillares bien escuadrados y pilastras decoradas con baquetones laterales. Se remata este cuerpo con una línea de imposta moldurada, por encima hay un segundo nivel con cortas columnillas que coinciden con las pilastras inferiores y se coronan con capiteles vegetales muy deteriorados, las columnillas apoyan sobre basas áticas muy deterioradas provistas de bolas angulares. Rematando el tambor aparece un friso de arquillos ciegos que nos recuerda vagamente las decoraciones catalano-lombardas del mismo tipo que las aplicadas en Valdespina y Perazancas, si bien tal uso parece un remedo de las cercanas iglesias burgalesas del Valle del Esgueva (Santibáñez y Pinillos). La banda de arquillos aparece sustentada por los citados capiteles y por canecillos con motivos geométricos, cabezas de cuadrúpedos y rollos. En cada uno de sus cuatro paños visibles hay un ventanal en aspillera, enmarcado por tres arquivoltas aboceladas de medio punto, entre los que se intercala una línea de zigzag y otra de semiovas de recuerdo clásico. De ellos, el último bocel se prolonga hasta el zócalo a modo de chambrana. El ábside de la nave del evangelio tiene unas dimensiones más reducidas y se encuentra también asentado sobre un zócalo del que parten tres pilastras de sección semicircular que lo dividen en cuatro paños. Éstas descansan sobre erosionadas basas áticas y rematan en capiteles con decoración vegetal. En este ábside vuelve a utilizarse una banda de arquillos ciegos, en este caso de despiece radial que apean sobre canecillos decorados con rollos y crochets. Sobre esta banda hay un segundo cuerpo liso que sirve de apoyo a la cornisa, provista de trece canecillos, algunos de proa de nave y otros decorados con una piña, un bóvido y rectángulos retallados. En el paño central se abre un vano muy sencillo, de saetera, rematado en arista viva. El resto de la construcción exterior, de tipo neorrománico, combina la piedra de sillería con el ladrillo en las arquivoltas de las ventanas y en los arquillos ciegos de las cornisas. La portada occidental de medio punto también es obra de inicios de nuestro siglo, como única decoración tiene un tímpano de escayola y varias arquivoltas de ladrillo. Los muros norte y sur aparecen reforzados al exterior con tres contrafuertes a cada lado. En el interior encontramos un vestíbulo, sobre el que se eleva el coro, una gran nave única, el crucero y la cabecera. Los muros están recubiertos con un enlucido que imita la sillería, aunque sus desconches permiten apreciar un aparejo de mampostería. La cubierta de la nave y crucero es una gran armadura de madera a dos aguas, mientras los dos ábsides utilizan bóvedas de cantería. El ábside mayor se cubre con bóveda de horno gallonada cuyos cuatro nervios, de triple baquetón, dividen el interior del hemiciclo en cinco paños, tipología que recuerda la empleada en San Salvador de Cantamuda, también sujeta al dominio del obispado palentino a fines del siglo XII. Bajo esta bóveda, los muros presentan los mismos motivos decorativos que los vistos en el exterior (pilastras y triples baquetones). El presbiterio ostenta cañón reforzado con bóveda de arista cuyos nervios cilíndricos apean sobre semicolumnas (en el lado oriental con los fustes truncados); desde el presbiterio un arco apuntado y doblado permite el paso hasta el crucero. El ábside del evangelio, al que puede accederse desde el central atravesando un arco en esviaje moderno, se cubre con bóveda de horno. A su vez, dicho ábside se comunica por otro arco de medio punto con el crucero. Los capiteles del triunfal son vegetales, muy esquemáticos y de talla plana, aunque dotados de cierta elegancia, presentan collarinos sogueados, acantos lisos y cimacios con decoraciones en zigzag. Junto a la entrada se conserva una pila bautismal que parece obra del siglo XIII. De perfil hemisférico, está decorada con gallones que rematan en arquillos de medio punto.