LA IGLESIA PARROQUIAL DE OTERO conserva de su pasado medieval el cuerpo de su nave, levantada en mampostería, con la hilera de simplísimos canes con perfil de nacela en los muros norte y sur, hoy sin función por haberse recrecido los muros al colocarse el actual artesonado, que parece obra del siglo XVII. La portada, practicada en el muro meridional, presenta arco de medio punto rodeado por una arquivolta lisa y chambrana achaflanada, apoyando el conjunto en jambas escalonadas coronadas por una imposta con el típico perfil zamorano de listel, mediacaña y bocel. En el muro septentrional existió otra portada, hoy cegada, de arco de medio punto sobre jambas con impostas de bisel. A finales del siglo XVII se sustituyó la primitiva cabecera por la actual, de testero plano, con dos capillas laterales, añadiéndose entonces la torre cuadrada a los pies. En el aparejo de ésta, concretamente en su lienzo meridional, se embutió un muy desgastado relieve, aparentemente una estatua-columna que, pese al deterioro, parece representar la descabezada figura de un apóstol (o una Maiestas), bendiciendo con su diestra y portando un libro en su otra mano. Parece bastante tardío lo conservado, aunque su carácter marginal no permite mayores precisiones en cuanto a filiación y cronología.