LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN fue reedificada en el siglo XIII sobre una iglesia anterior de caracteres románicos que experimentó nuevas reformas en los siglos XVI, XVIII. Se construyó en piedra caliza utilizada en la mampostería de sus muros y en los sillares bien cortados que refuerzan las esquinas y otras zonas del edificio. Consta de dos naves (central y lado del evangelio, pues el espacio de la nave de la epístola fue ocupado por la sacristía) de tres y cuatro tramos respectivamente cubiertos con bóvedas de arista con yeserías barrocas y bóveda estrellada con terceletes para el último tramo de la nave central. El paso de las naves a la cabecera se realiza a través de un arco triunfal apuntado en la nave central y de medio punto en el lado del evangelio. La cabecera es recta con bóveda de crucería estrellada en la capilla mayor y de terceletes en la capilla del evangelio. Se ilumina a través de dos ventanas abocinadas de medio punto abiertas en el testero y decoradas con molduras en derrame. Los arcos que separan una nave de otra –formeros – son de medio punto y descansan en pilares octogonales que tienen como decoración una imposta rodeada con bolas. Lo más destacable del edificio por su antigüedad son las dos portadas, que se abren en los muros norte y sur de la iglesia. La del lado septentrional fue descubierta en 1991 al derribarse la casa parroquial que estaba adosada en esta zona de la iglesia, de ahí que no hagan mención de ella ni el Catálogo Monumental ni el Inventario Artístico de la provincia. Forma parte íntegra del muro y consta de un arco de ingreso de medio punto y tres arquivoltas lisas que apoyan en cimacios muy deteriorados y en tres capiteles a cada lado. Empezando por el lado derecho, el primero tiene esculpidas grandes hojas carnosas terminadas en frutos (similar el primer capitel del lado izquierdo). En el segundo se vuelve a repetir el tema vegetal, esta vez las hojas son muy estilizadas en forma de palmeta de las que salen otros tallos terminados en frutos. El tercero ya es figurado y representa dos grifos afrontados de bello plumaje. Los del lado izquierdo se decoran con motivos vegetales y dos animales afrontados de largo cuello. Por las características ya descritas parece ser la portada más antigua de la iglesia. La talla de sus capiteles de gran precisión nos hace pensar en una obra de finales del siglo XII o principios del XIII. La portada meridional, ligeramente adelantada respecto a la línea general del muro, está enmarcada por dos contrafuertes y rematada por una cornisa de seis canecillos. Consta de dos arquivoltas lisas apuntadas que apean en cimacios moldurados y descansan en cuatro capiteles figurados, dos a cada lado, en pésimo estado de conservación. A grandes rasgos podemos adivinar perfiles de animales, aves sin determinar la especie a la que hacen referencia y figuras humanas. El ligero apuntamiento de su arco nos hace pensar en una fábrica de principios del siglo XIII. Otros testimonios de su pasado románico los encontramos al exterior de su cabecera con la utilización de contrafuertes para sus muros y canecillos lisos en sus aleros.