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Detalle de la portada meridional

Identificador
24732_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 22' 31.45'' , -6º 4' 25.80''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Julián

Localidad
Curillas
Municipio
Valderrey
Provincia
León
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SITUADO EN EL LADO NORTE del núcleo urbano, el actual templo de San Julián es obra del siglo XVIII, construido en mampostería de pizarra y con planta de cruz latina, rematada de espadaña a los pies y precedida de pórtico en el lado meridional. En este mismo muro se abre la portada, único elemento románico del edificio. Basándose en el Libro de Fábrica, M.ª Concepción Cosmen refiere la construcción de la iglesia a partir de 1752, empleando en la obra nueva tanto piedra extraída de cantería como materiales del antiguo edificio. Por tal motivo la autora supone que la actual portada procedería de ese templo anterior totalmente desaparecido. En realidad sólo se reutilizó parte de esa portada, instalándose en el muro meridional. Trazada en sillería arenisca, consta de arco de ingreso de medio punto rebajado seguido de guardapolvo, decorado a base de hexapétalas inscritas en círculo y trasdosado de baquetón, enmarcado todo en una especie de alfiz -coincidente con el plano del muro- de laterales rectos y lado superior con moldura de nacela. Los apoyos se hacen sobre pilastras acodilladas que en el caso de las que reciben la chambrana y alfiz se rematan en cimacios de listel y chaflán, conservándose en uno de los del lado derecho -donde descansa la chambrana- la sencilla decoración primitiva de tallos entrelazados que acogen bolas en su interior. El arco de acceso creemos que también pudo apoyarse en cimacio similar pero ha sido eliminado por completo. Esta portada se articula en planos rehundidos sobre el del muro en el que se inscribe y evidentemente está reconstruida, aunque ni siquiera todos los elementos que la componen son originales románicos. De esta etapa sobreviven las trece dovelas que componen la chambrana, que a pesar de todo han sido parcialmente recortadas para ajustarlas a la actual disposición. Igualmente es original el citado cimacio decorado mientras que el resto o son piezas nuevas o son las antiguas completamente retalladas para facilitar su ajuste. A pesar de las modificaciones sufridas la datación de este elemento puede remontarse a las décadas finales del siglo XII o comienzos del XIII, siguiendo modelos muy repetidos en época tardorrománica, especialmente en las regiones meridionales de los reinos de Castilla y León. Su primitiva ubicación sin embargo presenta más dudas, pues es tradición en Curillas que fue trasladada del lugar conocido como Iglesiavieja, pago situado unos 500 m al sur de la población, en una suave loma donde se ubica una finca con cerca de piedra, en cuyo ángulo sureste se aprecian los restos de lo que aseguran fue un viejo templo. Es un muro articulado en dos tramos, aproximadamente de un metro de altura, de mampostería recibida con argamasa de cal y con el paramento que suponemos interior conservando restos de enlucido, sin que se reconozca elemento cronológico alguno. Esta pared nada tiene que ver, desde un punto de vista constructivo, con la tapia de mampostería en seco que completa el cercado. Así pues tanto la toponimia como la tradición local remiten a los restos de esa primitiva iglesia, a la que se llegaba desde Curillas a través de un camino empedrado hoy muy destruido. En los alrededores de la ruina dicen los vecinos que hasta hace muy pocos años llegaban a verse las tumbas de lo que debió ser el cementerio medieval. Es posible que ésta fuera la primitiva iglesia de Curillas y que con el tiempo la población se fuera desplazando hacia el norte, hasta el punto de necesitar un nuevo templo que sustituyera al que cada vez iba quedando más alejado de las casas, sin embargo creemos que la distancia entre el actual núcleo urbano y la iglesia vieja es excesiva. Nos inclinamos a pensar más bien en que puede tratarse de un poblado distinto -o al menos un barrio dependiente de Curillas-, tal vez alguno de los lugares citados en las fuentes documentales y cuya identidad se desconoce, como por ejemplo el San Esteban que figura en el citado pleito de 1116 entre Pedro Froylaz y la catedral astorgana y donde aquel sujeto también cultivaba tierras.