Identificador
47129_01_017
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 38' 55.59'' , -5º 7' 15.84''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Adalia
Municipio
Adalia
Provincia
Valladolid
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
ACTUALMENTE EL EDIFICIO está emplazado en el centro del pequeño núcleo urbano, completamente exento. Una plazoleta ante la fachada meridional facilita la contemplación más desahogada y sirve de asiento a un atrio murado, precedente del pórtico bajo el que queda cobijada la puerta de entrada al interior. Se trata de un templo de modestas dimensiones, incluido el alzado, edificado, según zonas, con sillarejos y mampuestos de caliza gris extraída probablemente de los cercanos páramos de Torozos. Su plan, de orientación canónica, es rectangular, con tres naves separadas por un gran arco formero a cada lado de la central, más ancha y alta que las laterales, y coronada por el único ábside. Éste, sobresaliente del perímetro, es semicircular con tramo presbiterial anterior, y fue levantado en piedra, si bien se terminó (o quizás se reparó) con rojos ladrillos macizos. Las colaterales, por su parte, rematan en testeros planos, que tienen comunicación con la capilla mayor a través de sendos arcos. Todas las naves van cubiertas con armadura de madera: octogonal de limas en la principal y a una vertiente simple para las menores. Fue construido de nueva planta durante el siglo XVI, aunque las obras y reformas tuvieron prolongación en los siglos XVII (espadaña) y XVIII (abovedamiento del ábside con yeserías). Es la portada el único vestigio conservado del templo románico precedente, de cuyas formas y ubicación nada conocemos con certeza absoluta. De gran sencillez y enrasada con el muro meridional, fue realizada también en caliza blanca, correctamente escuadrada en sillares y dovelas. Consta de arco de ingreso y una sola arquivolta, ambos apuntados y de sección cuadrada lisa, orlados por chambrana con cabezas de clavo de incisas facetas. Voltean, respectivamente, sobre jambas y columnas acodilladas, unificadas por imposta sobremontante, formada por doble nacela y platabanda animada con dientes de sierra en bajorrelieve. Las columnas, que apean en plinto cúbico, presentan escueta basa convexa, fuste cilíndrico de dos piezas y capiteles decorados con elementos vegetales que arrancan del astrágalo. En el izquierdo, sinuosos tallos entrelazados de cuyo extremo nacen pequeños frutos elipsoides. La cesta opuesta la ocupan cuatro esquemáticas hojas de crochet con la punta curvada, creando un seno donde tiene alojamiento una bola, compartida en el caso de las centrales. La naturaleza y estilización de todos los motivos ornamentales –esculpidos a bisel–, unido al ligero apuntamiento de los arcos y, en opinión de Felipe Heras, el tipo de basas utilizado, respaldan la catalogación de esta portada como obra del siglo XIII. En opinión de este autor, tales características ponen de manifiesto la tímida aceptación de las formas de un gótico aún incipiente, claramente influido por la estética cisterciense.