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Alzados norte y este, y Secciones longitudinal y transversal

Identificador
16078_0072n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 4' 42.97'' , - 2º 7' 50.07''
Idioma
Autor
Adrián Martínez Vicente
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Cuenca
Municipio
Cuenca
Provincia
Cuenca
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
EMPLAZADA EN LA ANTIGUA MURALLA con vistas a la hoz del Júcar, encontramos la iglesia de San Miguel. Su ubicación, privilegiada, le permite ser un referente en las construcciones románicas de la ciudad, pues se sitúa a escasos metros al oeste de la catedral y de la Plaza Mayor, desde las que se accede por la bajada que lleva el nombre de nuestro templo. Fechada a mediados del siglo XIII, San Miguel es considerada una de las iglesias más antiguas de la capital y ya aparece referenciada en una de los primeros listados sobre templos religiosos, efectuados tras la conquista de Alfonso VIII en el año 1177. Así, por ejemplo, Mártir Rizo la incluye dentro de las catorce parroquias (trece más la catedral) en las que se divide la ciudad, tras recibir “la Fe Católica”, y que se circunscribirían dentro de las murallas de la ciudad. Pocos son los documentos que han llegado hasta nosotros de época medieval que nos sirvan para fechar el citado templo. El 29 de abril de 1265 el obispo de Cuenca, Pedro Lorenzo, incluyó en una capellanía que había instaurado en la catedral la primera ración servidera que vacase en la parroquia de San Miguel, dando al cabildo facultad para su provisión. Según este documento, la iglesia ya estaría construida con anterioridad. Aún así, el templo ha sufrido varias alteraciones. En el siglo XVI, con la participación del maestro de cantería Pedro de Yrizar, se amplió el edificio mediante la construcción de una nueva nave lateral, se elevó toda la iglesia y se levantó la actual torre-campanario. También en este tiempo se realizó la cúpula que cubriría la cabecera y cuya autoría ha sido atribuida a Esteban Jamete. Ya en el siglo XVIII, dañada la iglesia por la devastación producida por los ejércitos ingleses durante la guerra de Sucesión, sufrió una nueva remodelación por parte de Martín de Aldehuela, el cual le otorgaría una diferente disposición interior, centrándose principalmente en la bóveda y en su decoración. Tras el saqueo y la destrucción sufridos en la guerra civil de 1936, recibió una nueva restauración a mediados de los años sesenta del pasado siglo veinte por parte de Fernando Chueca Goitia. En 1997 fue declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, por la Dirección General de Cultura. Finalmente, el último cambio que recibirá la iglesia de San Miguel no será en su aspecto sino en su función, ya que desde el año 1959, debido, en parte, a su formidable acústica, se ha acomodado como sala de conciertos (principalmente en el marco incomparable que supone la Semana de Música Religiosa), lugar de reuniones, zona elegida para la realización del pregón de la Semana Santa, etc., una vez cedida por el Obispado al Ayuntamiento de la ciudad. A tenor de lo anterior, la iglesia original la podemos ubicar dentro de la construcción propia del llamado románico que en estos años se llevaba a cabo en la provincia limítrofe de Guadalajara, e incluso no sería de extrañar que algunos canteros y maestros, que anteriormente habrían trabajado en el citado término, se desplazaran a Cuenca para efectuar los diversos trabajos que encontramos en la capital, así como en pueblos cercanos. La iglesia de San Miguel respondería en origen al prototipo arquitectónico de la época, con una sola nave, precedida de tramo recto y ábside semicircular, y, posiblemente, con una espadaña a los pies. Hoy en día, simplemente se conserva parte del muro sur de la nave y el ábside, construido con aparejo de mampostería. El ábside muestra una elevación de tamaño considerable, descrita, principalmente, por los cambios en los materiales de construcción y por la línea marcada por los canecillos de la primitiva cornisa (algunos restaurados). Dichos canecillos son lisos sin ningún tipo de decoración y, por supuesto, uno de los principales elementos arquitectónicos para poder fechar la iglesia de San Miguel, ya que en gran parte coinciden con los utilizados en otras iglesias de temprana edificación, como pudo ser San Martín o la propia catedral. Situada en el tambor del ábside encontramos una ventana abocinada, con arco de medio punto, sin ninguna función en la actualidad, pero original de su construcción románica.