LA IGLESIA PARROQUIAL de Rozalén se levanta en el centro de la población, dominando el caserío. Se trata de un pequeño templo que responde al esquema básico de iglesia de repoblación, de estilo románico tardío, construida durante el siglo XII, cuando se pacificó toda esta zona por parte las tropas cristianas. Existe alguna noticia y prueba documental que nos hace pensar que su construcción debió de iniciarse en la década de los setenta de este siglo XII, como así lo demuestra el documento de 1173 en el que el obispo don Cerebruno de Toledo exhorta a los fieles a que den limosna para la construcción del templo de Rozalén. Aunque el aspecto actual de la iglesia es fruto de toda una serie de modificaciones y nuevas intervenciones llevadas a cabo a lo largo de su historia, todavía hoy se pueden apreciar algunos de sus elementos románicos originales, entre ellos, parte de los muros del presbiterio y de su nave, y el ábside. El edificio románico, de reducidas dimensiones, se compondría de nave única, ancha y rectangular, y ábside semicircular precedido por presbiterio recto, con resaltes de sillar en las esquinas. Con cubierta de madera, pudo tener espadaña a los pies de la nave, aunque en la actualidad no quede ninguna prueba de ello. Lo que sí podemos observar son restos de la original línea de canecillos que soportaban la cubierta en la parte del ábside y una ventana saetera recercada de sillar. Pero la actual iglesia de Rozalén, bajo la advocación de San Bernabé, además conserva tres contrafuertes de sillar: el primero de ellos, adosado al muro del presbiterio, es el resultado de la primera sobreelevación. Ahora bien, en una segunda remodelación fue recrecido y acompañado de los otros dos que, construidos en esta misma época, soportan desde el exterior los arcos fajones que dividen la nave en tres tramos en su interior. En este mismo muro se abren tres ventanas y una portada cegada en la actualidad, resuelta con un simple arco adovelado. En el muro sur se abre la portada principal de este templo. Diseñada mediante un simple arco de medio punto adovelado que apoya en una fina cornisa, está cobijada por un gran cuerpo saliente de sillar en el que se abre un arco de medio punto que queda rematado, además, en su parte superior, por una cornisa moldurada y tejaroz. En el muro meridional destaca, entre este cuerpo de portada y la sacristía, el arranque de un arco y dos arcos cegados actualmente, uno de medio punto y otro moldurado. Se trata de los arcos que en su día daban acceso a una pequeña capilla abierta en esta parte de la iglesia, de planta cuadrada y bóveda nervada. Al Suroeste, a los pies del templo, se levanta la torre campanario. Construida en mampostería con remates de sillar en las esquinas, se compone de tres cuerpos separados por una moldura. En el último de ellos se abren huecos de medio punto para alojar las campanas. El interior de la nave, de planta rectangular, queda dividido en cinco tramos más el cabecero. Los tres primeros están cubiertos por bóveda de medio cañón con lunetos, el cuarto por bóveda de medio cañón y el presbiterio por bóveda de cuarto de naranja.