Sant Sadurní de Montinró
Iglesia de Sant Sadurní de Montinró
La iglesia de Sant Sadurní se halla en el centro del pueblo de Montiró, un pequeño vecindario situado en el sector oriental del término municipal de Ventalló. Se llega a este pueblo saliendo de la C-31 en dirección a l’Armentera por la GIV-6302, y luego tomando en dirección sir la GIV-631, que pasa por Montiró y termina, luego, en Viladamat.
La primera mención del lugar de Montiró se encuentra en la confirmación que el conde Gausfred d’Empúries hizo de unas posesiones que fueron donadas por el rey Luís d’Ultramar a Riculf. Algunas de estas posesiones se hallaban in Montiron. Pocos años después, en 989, el testamento del mismo conde legó a sus hijas algunos alodios en la villa Muntiru. La primera mención a la iglesia de Sant Sadurní es muy posterior, ya en las Rationes Decimarum de 1279 y 1280. A lo largo de los siglos bajomedievales, la documentación demuestra el vínculo existente entre las parroquias vecinas de Montiró y Pelacalç. En 1387, las rentas de Montiró eran tan pobres que no permitían sustentar un clérigo, y eran los sacerdotes de Pelacalç los encargados de ir a Montiró para decir la misa dominical.
A pesar de la estrechez de rentas, en 1408 se encargó una comisión para reparar la rectoría del pueblo. El tempo debió de volver a disponer de clérigo, puesto que en 1449 se obligó al sacerdote de Montiró a decir misa los domingos en la vecina iglesia de Santa Maria de l’Om con los parroquianos de Montiró. Las rentas de Montiró debieron de debilitarse progresivamente, y en 1565 la parroquia se unió con la de Pelacalç. Las últimas noticias que se conservan del templo fechan de 1640, cuando se crea una comisión para reconciliar la iglesia puesto que unos ejércitos castellanos la habían quemado.
La iglesia actual está formada por una nave y un ábside semicircular bastante alterados, seguramente debido al paso de ejércitos durante la guerra dels Segadors. El único elemento que conserva su fisionomía románica es el ábside, cubierto por una bóveda de cuarto de esfera ligeramente apuntada, igual que el arco triunfal que lo comunica con la nave. El muro absidial presenta una ventana de doble derrame, y su aparejo es de sillares bien labrados y dispuestos en hiladas regulares.
El tipo de construcción corresponde con las últimas formas del románico desarrolladas en las zonas rurales del Noreste catalán entre finales del siglo xii y principios del xiii.
Texto y foto: Clara Poch Gardella
Bibliografía
Badia i Homs, J., 1977-1981, II-B, p. 369; Catalunya Romànica, 1984-1998, IX, p. 866.