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Vista de los restos del castillo de Castelldans de Garrigues

Identificador
25067_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.501085, 0.765789
Idioma
Autor
Meritxell Niña Jové
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Castelldans

Localidad
Castelldans
Municipio
Castelldans
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castell de Castelldans

Descripción

CASTELLDANS

El término municipal de Castelldans o Castelldàsens se extiende en el extremo noroeste de la comarca de les Garrigues, en contacto con el Segrià. Su relieve es suave, y los puntos más altos están en los sectores central y meridional (tozal de Les Forques, La Fosca, Els Corrals Nous y Els Collerets). El pueblo de Castelldans, único núcleo de población agrupada del término, está sito en la zona de contacto entre el secano y el regadío, en las que se divide el término. El lugar de Castelldans tiene su origen en el castillo árabe que dominaba la población. En su término florecieron varias plazas, como L’Albagés, La Sisquella, Juncosa, Vall-de-Reig o Les Besses, algunas de las cuales se convirtieron después en términos independientes y otras pasarían al dominio del monasterio Poblet.

Castillo de Castelldans

Al castillo de Castelldans, que se sitúa en el sector norte del municipio homónimo, se accede por la carretera L-702 en dirección a Puigverd de Lleida. La ascensión hasta el cerro se efectúa a pie por un camino acondicionado que arranca a la derecha justo a la salida del municipio y recorre unos 300 m.

 

La fortaleza de Castelldans tiene su origen como alcazaba andalusí, la más importante del Este del río Segre y su territorio. El término inicial del castillo después de la conquista cristiana ceñía una extensa área que abarcaba gran parte de la comarca actual de les Garrigues. La primera referencia documental conocida de la fortaleza se remonta al periodo andalusí, en concreto al año 1033, cuando aparece en un documento recogido en el Liber feudorum maior como uno de los límites del castillo de Montclar. Después, otras fuentes latinas del siglo xi incidieron en la relevancia del castillo como límite. Así, por ejemplo, en 1072 reaparecía como linde del término de Montclar, en 1094 del término de Balaguer y en 1098 del término de Guissona. El autor árabe Ibn al-Kardabus aludió, en los años 1114-1115, a la fortificación de Qalca al-Hamir (fortaleza de los Asnos) como avanzada fronteriza del territorio de Lleida. Una nueva referencia aparece en 1119, todavía en época de dominación sarracena, cuando el conde de Barcelona Ramon Berenguer III infeudó a Guillem Dalmau de Cervera el término de Castel d’Ases, junto con el del castillo de Gebut. La conquista efectiva de la fortaleza tuvo lugar en la década de 1120. Entonces, el alcaide de Lleida Ibn Hilal (Avifelel) estableció un pacto –que publica Villanueva– con el conde Ramon Berenguer III, donde el primero le cedía varios castillos al segundo, entre ellos Castelldans, para obtener su protección. Guillem Dalmau de Cervera, en su testamento sacramental de 1133, legó el Kastrum Asinos a su nieto Guillem III de Cervera, que a su vez lo legó en testamento en 1173 a su hijo Guillem IV. En 1179 el castillo de Castelldans reaparece en la documentación como motivador de un pacto entre el rey Alfonso el Casto y Guillem de Cervera. En 1234, estando el rey Jaime I el Conquistador en Lleida, y a petición de Guillem de Cervera, infeudó Castelldans a Ramon Berenguer de Àger. Por esta castellanía, años después, en 1257, el mismo soberano tuvo que resolver varios asuntos sobre el castillo y la villa de Castelldans con los Cervera y los Àger. La plena jurisdicción sobre Castelldans continuó con los Cervera, señores de Juneda y Castelldans.

 

Aunque actualmente el castillo de Castelldans es un yacimiento arqueológico, hay constancia gráfica de que la fortaleza se mantuvo en pie durante siglos y de que resistió las guerras del siglo xvii protagonizadas por el monarca Felipe IV. Prueba de ello es un grabado realizado en 1644 por el ingeniero francés Sébastien Beaulieu en el cual se reconoce la construcción medieval cercada de baluartes. Se considera de hecho que fue en la guerra de Els Segadors que el ejército franco-catalán fortificó el castillo y entonces adquirió el carácter defensivo que muestra el mencionado grabado. La fortificación inició su ruina definitiva en la primera guerra carlista.

 

La extensión aproximada actual del castillo de Castelldans es de 0,5 ha. Los restos que perviven son de difícil análisis, puesto que además de conservar estructuras medievales de diferentes fases, dentro de su perímetro tiene un búnker que se construyó durante la Guerra Civil española y que destruyó por completo sus vertientes occidental y central, aproximadamente la mitad de la superficie del castillo. Con todo, se han preservado varias estructuras, muy deterioradas, de época andalusí y condal, que permiten aproximarnos a su configuración en planta. Existen, así, algunos tramos de muralla en el sector norte que presentan dos tipos constructivos diferenciados: uno con dos hiladas de sillares dispuestos a soga y tizón y otro con sillares más pequeños dispuestos regularmente y unidos con mortero. Se conservan, asimismo, los cimientos de dos torres de planta cuadrangular que conectan con una muralla. También encontramos una estructura de planta rectangular con muros de aparejo a soga y tizón, con dos torres cuadrangulares en la cara sur. En el sector sur del altiplano que ocupó el castillo, existen cuatro hiladas, también dispuestas a soga y tizón, del muro perimetral. En este punto hay, además, una construcción de encofrado. Al Este de la construcción se hallan dos aljibes rectangulares de mazonería encofrada, uno de los cuales conserva su bóveda cañón. Por otra parte, en el extremo oriental de la plataforma hay un pavimento de guijarros correspondiente a las antiguas zonas interiores del castillo, descubierto a principios de la década de 1980, que forma una decoración de círculos concéntricos.

 

Los diferentes tipos de aparejo nos permiten acotar las cronologías de las estructuras conservadas. El que se dispone a soga y tizón se asocia al periodo andalusí, lo que proporciona una datación que se sitúa entre los siglos ix y x. Los bloques de menores dimensiones dispuestos regularmente son más bien propios de la arquitectura condal, de modo que se han situado entre los siglos xii o xiii. También los encofrados corresponderían a fases posteriores a la conquista cristiana, puesto que su técnica constructiva es característica de los siglos xiii o xiv.

 

Texto y foto: Meritxell Niña Jové

 

Bibliografía

 

Altisent i Altisent, A., 1993, pp. 84-86 y pp. 341-342; Baraut i Obiols, C., 1986, pp. 173-176; Beaulieu, S. d. P. et alii, 1981, fol. 55; Bolòs i Masclans, J., 2004, pp. 79, 129 y 351; Brufal Sucarrat, J., 2008, pp. 631-650; Castells catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 160-166; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, pp. 259-260; Ibn al-Kardabus, 1986, p. 149; Lladonosa i Pujol, J., 1972-1974, pp. 230-231; Lladonosa i Pujol, J., 1983, pp. 35-48; Miquel Rosell, F., 1945-1947, I, pp. 196, 198-200, 297 y 298-299; Villanueva Astengo, J., 1803-1852 (2001), XVI, p. 159-160.