Sant Grau de Anglarill
Iglesia de Sant Grau de Anglarill
La iglesia de Sant Grau se encuentra muy cerca de la casa de Anglarill, que le da nombre, al Sur del municipio de Navès. Desde la carretera C-26, entre los kilómetros 116 y 117, se ha de tomar una pista forestal hacia el Sur, desde la que se coge el camino que lleva al templo.
Con probabilidad, la iglesia de Sant Grau estaba vinculada en origen a una torre de vigilancia, de la que quedan escasos vestigios, y que se hallaba en la sierra de la Torre, muy cercana a la iglesia. La historiografía ha propuesto que esta fortificación podría haber sido el origen de un núcleo habitado medieval, que tendría dicha iglesia como lugar de culto. En cualquier caso, parece que la primera referencia documentada sobre Sant Grau de Anglarill hay que buscarla en el acta de consagración de Sant Serni de Tavèrnoles, de 1040, donde figura, bajo el término de Sancti Geraldi de Anglario, como una de las posesiones del monasterio, al que se habría incorporado en 1019, junto con el monasterio de Sant Llorenç de Morunys y la totalidad de sus pertenencias. Anglarill se situaba dentro el término parroquial de la iglesia de Sant Andreu de Linya, citada en un documento de 1050 entre las pertenencias de Sant Llorenç. Esto explicaría la ausencia de Sant Grau en dicha relación.
La planimetría de la iglesia de Sant Grau de Anglarill es sumamente simple. Consta de una sola nave rectangular, sin ábside, a la que se añadió –posiblemente en el siglo xix– una sacristía de planta cuadrada en su lado noreste. En el extremo occidental, la iglesia se encuentra adosada a la masía contigua gracias a un tramo añadido a la nave, puede que en el siglo xviii, en el que se situó un coro elevado y que, en el exterior, queda significativamente remarcado por la espadaña de grandes dimensiones. En el muro meridional, se ubica la puerta en cuyo dintel figura una inscripción que informa de la fecha en que fue modificado el edificio, 1664. Éste cuenta con otras aberturas, muy simples, que figuran en los muros este y sur, todas ellas rectangulares, a excepción de la ubicada en el lado meridional que está coronada por un arco monolítico. La totalidad de la nave está cubierta con una bóveda de cañón, aunque es difícilmente se puede asegurar que se trate de la original. Parece más probable que fuera muy transformada en épocas posteriores.
En el interior de la iglesia, los muros presentan una ornamentación pictórica que puede atribuirse a la reforma del siglo xvii, que han sido sacadas de nuevo a la luz, después de permanecer escondidas –quizás desde el siglo xix–.
Al margen de las reiteradas intervenciones en Sant Grau, la datación de la primitiva construcción es de una enorme complejidad. La historiografía ha propuesto fechas que van desde la época prerrománica hasta la moderna. Mientras que Xavier Sitjes propone situar la construcción en los siglos anteriores al románico, la mayoría de autores –algunos sin negar la posibilidad de la existencia de un templo anterior– lo sitúan en los siglos xi y xii, reconociendo importantes modificaciones en época moderna que habrían afectado la parte superior de los muros y las aberturas, además de la cubierta y los otros elementos (sacristía, tramo occidental y espadaña…) ya mencionados. Por la trascendencia de esta intervención, Xavier Barral propone, incluso, que la construcción fue, en su práctica totalidad, del siglo xvii, aunque parece difícil aceptar esta teoría por la heterogeneidad de los muros de la construcción.
Texto y foto: Montserrat Barniol López
Bibliografía
Barral i Altet, X., 1981, p. 281; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp.174-175; González Pérez, J.-R., 1994, pp. 225-233; Llorens i Solé, A., 1986-1987, I, p. 119; Sitjes i Molins, X., 1977, pp. 88-89; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 159-169.