Tanto en la cuenca del Pas, como la del Pisueña, su más importante afluente, no han logrado conservar un número considerable de testimonios románicos. En la del Pas, ningún resto proporciona un gran interés salvo la iglesia de Villasevil. Será ya en la desembocadura del Pas, en donde parece que el alma románica gusta de mostrar, en muy poco espacio, monumentos de interés.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra situada en alto dominando el valle, un poco escondida entre árboles, a escasos metros del núcleo de población. Conserva elementos de tradición románica, a pesar de haber sufrido numerosas transformaciones y restauraciones. En el interior de la iglesia, destaca como algo digno de mencionar, el arco triunfal, apuntado.
Ermita de Santa Leocadia.
La ermita de Santa Leocadia de Borleña no ha tenido suerte, la ruina de la iglesia no ha hecho más que progresar en su deterioro, llegar a vera resulta una autentica aventura. La ermita es reducida de una sola nave rectangular y un ábside de igual forma. Toda la cubierta ha desaparecido, apenas existe decoración escultórica. La pila bautismal que existía en esta iglesia junto con dos canecillos fueron trasladados a la ermita de Santa Lucía en Salcedillo.
En Villasevil se encuentra la iglesia de Santa Cecilia, la cual fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1978. A modo de curiosidad decir que en esta iglesia tuvieron lugar los esponsales de Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, y de Doña Margarita de Austria.
Iglesia de Santa Cecilia.
Villasevil es uno de los lugares que más recuerdos históricos y testimonios arquitectónicos nos ha dejado del pasado medieval. En la iglesia de Santa Cecilia se nos conserva de románico su ábside, donde cabría destacar su ventana central y la pila bautismal.
Iglesia de San Martín.
Es algo extraña, esta iglesia de Pando, no por su planta que es muy similar a casi todas las iglesias de pequeños concejos de los valles y montañas de Cantabria sino por su forma, lo primero que llama la atención es la espadaña, adornada, justamente cuando acaba el arco con una imposta de esferas.
Colegiata de Santa Cruz.
La Colegiata de Santa Cruz, de Castañeda, se localiza en el pequeño núcleo de población de Socobio, cercana a Pomaluengo, la capital del municipio de Castañeda,muy próximo a Torrelavega.
Está situada en un entorno muy cuidado, junto al caserío y al río Pisueña, a poco de desembocar en el Pas. El lugar donde se asienta esta bella iglesia románica es uno de los más interesantes rincones de esta vega y valle de Castañeda, regado por el río Pisueña, que le pasa de parte a parte, siendo bordeado al Sur por la llamada Sierra Caballar y por el Norte por la de Carceña, montes en otro tiempo poblados de robles y castaños.
Se trata de un edificio construido en buena sillería, bien tallada y escuadrada que, por su aspecto, tanto exterior como interior, requirió una situación económica del monasterio o abadía sin duda bastante notable, derivada posiblemente de las donaciones de los reyes o de la nobleza en los tiempos en que se levantaba, en torno a los últimos años del siglo XI o principios del XII.
Iglesia de San Nicolás.
Son muy escasos los documentos antiguos en los que se cite esta iglesia. Los restos más antiguos, pertenecientes a la vieja de San Nicolás, son dos capiteles que se conservan, una en el interior de la propia iglesia, y otro en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Santander. Representan acantos superpuestos muy estilizados que recuerdan en todo a los capiteles asturianos.
Iglesia de San Julián.
En esta iglesia de San Julián de Zurita volvemos a encontrarnos un resto de época medieval, se trata de una pila bautismal. No podemos asegurar, como en otras ocasiones, su estricta cronología, pero sí que su aspecto nos lleva a colocarla en el mundo de expresión rural, dentro de la corriente ingenua del medievo.