Identificador
31219_01_013
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Alberto Aceldegui Apesteguía
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Mues
Municipio
Mues
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
LA ERMITA DE SANTA MARÍA MAGDALENA se encuentra entre una zona de huertas al sur de la localidad. No encontramos apenas documentación medieval que la cite, algunos autores consideran que fue capilla de un hospital de leprosos existente en el lugar. El único acontecimiento documentado es su donación, en 1383, al monasterio de Irache por el monarca navarro Carlos II el Malo (1349-1387). Hoy día, se conserva semienterrada en la zona del ábside por una huerta y muy encajonada por pequeñas edificaciones de los huertos cercanos. Su estado es bastante lamentable y para moverse en su interior hace falta pasar por restos de paja y excrementos animales que superan el medio metro de altura, funcionando por tanto, como un pajar semiabandonado y de propiedad particular. Se trata de una pequeña construcción de una sola nave con dos tramos más el ábside. Al exterior presenta tres vanos, hoy cegados, consistentes en unas pequeñas ventanas saeteras abocinadas hacia el interior y con remate de medio punto, situadas en el eje del ábside y a ambos lados del anteábside, entre dos contrafuertes. El ábside, semienterrado -como dijimos- está edificado en sillar de bastante buena calidad y de hermosas tonalidades rojizas, culminando en una cornisa de moldura en cima recta que sostiene la cubrición modernamente retejada. Ambos muros son muy parecidos, presentan tres contrafuertes a cada lado (dos en el espacio que corresponde al anteábside y otro a los pies) y los pequeños vanos enfrentados que ya comentamos. En el hastial se abre su sencilla portada de medio punto compuesta por arco interior en platabanda y una sucesión de seis molduras de diversa sección y decoración, además de chambrana exterior. Las citadas molduras descansan pies derechos que dibujan doble esquina. Su frente alcanza poco menos de 3,5 m de anchura y 1,5 de potencia de muro. Entre los motivos ornamentales se alternan baquetones sogueados, lisos y con hojarasca; la chambrana repite la misma decoración de hojarasca esquematizada. Algunos autores han mencionado que la portada fue picada, eliminando de esta manera algunas zonas de la decoración mencionada, pero a nuestro parecer y mirándola detenidamente, buena parte del daño podría deberse exclusivamente a la erosión y al irremediable paso del tiempo. En el interior nos encontramos con los dos tramos y la cabecera citados. Debemos advertir que el estado actual dificulta mucho su análisis. Los tramos se estructuran a base de arco fajón apuntado, que descansa en modillones lobulados de labra fina que recuerdan a obras de finales del siglo XII. La cabecera presenta el característico arco triunfal con el fajón doble y apuntado que apoya sobre pilastras muy salientes y semicolumnas adosadas. La bóveda es de medio cañón apuntada para los tramos y de horno o cuarto de esfera para la cabecera. Las dos semicolumnas del arco triunfal muestran basas clásicas con escocias y toro, sin más decoración, en tanto que sus capiteles llenan sus caras con grandes hojas lisas apuntadas con somera hendidura axial, de cuyas esquinas cuelgan florones rematados en frutos granulados; entre las dos grandes hojas asoma un motivo de hojas apuntadas. A la altura de los capiteles, corre una imposta lisa que rodea todo el pequeño templo y que se ornamenta, a su paso por la cabecera, con la misma decoración de hojarasca que hemos visto en la portada, consistente en palmetas de remate apuntado y eje perlado con hojitas apuntadas intermedias. Se trata de la simplificación de un motivo que aparece en edificios importantes del último tercio del siglo XII. En consecuencia, proponemos para este sencillo templo una cronología cercana al año 1200.