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Vista general de Sant Esteve de Alinyà

Identificador
25908_01_020
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.180290, 1.422970
Idioma
Autor
Esther Solé Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Esteve de Alinyà

Localidad
Figols i Alinyá
Municipio
Figols i Alinyá
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Esteve de Alinyà

Descripción

FÍGOLS I ALINYÀ

Iglesia de Sant Esteve de Alinyà

La iglesia de Sant Esteve se yergue en el centro de la localidad de Alinyà, localizada en el kilómetro 10 de la carretera L-401, en dirección a Sant Llorenç de Morunys, a la cual se accede cruzando el puente de Espia desde poco antes del kilómetro 159 de la C-14.

 

Sant Esteve es mencionada como Helinniano en el acta de consagración de la catedral de La Seu d’Urgell, documento falso fechado el 839, pero hoy considerado como una elaboración posterior a 860, por lo que esta cita ha de tomarse con las debidas reservas. Por otra parte, en las condiciones de donación de un alodio de 1036 se menciona un templo dedicado a san Esteban en Ilignano, y pese a no conservarse el acta original, se dispone de una copia resumida del siglo xiii del acta de consagración de una iglesia en honor a san Esteban mártir de Cristo y a san Lorenzo mártir en castrum Elinnanum. Ésta fue realizada en 1057 (1056) por el obispo Guillem Guifré a petición del archilevita Guillem y del conjunto de la población; mientras que en 1063, la iglesia de Sant Esteve en Iliniano figuraba como beneficiaria de una donación testamentaria.

 

La construcción, de una nave rectangular y un ábside semicircular de menor altura, destaca sobre el conjunto de la población al estar situada sobre un escarpe de roca sobre el río de Alinyà y la actual carretera, cerrando por el Sur la alargada terraza donde se asienta la localidad. Adosada a la fachada sur se encuentra la antigua rectoría, en la que se encuentra el único acceso a la iglesia, que debe realizarse a través de un arco de medio punto de piedra toba sobre impostas de piedra caliza, coronado por una lápida en con una inscripción en la que se lee el año 1895. El templo presenta una fábrica regular y robusta, donde destaca el uso de aparejo pseudoisódomo en el muro septentrional, el cual enmarca parte del flanco meridional de la plaza de la localidad. Sobre un zócalo de piedra caliza, el muro combina bloques del mismo material cuyo grosor decrece a medida que el edificio gana altura con bloques de piedra toba más estrechos, aunque regulares en su totalidad. Tanto el muro meridional como la fachada occidental presentan aparejo isódomo de piedra caliza, pese a que debe destacarse el uso de sillares bien tallados y pulidos para la fachada. Por su parte, el ábside está construido con bloques de piedra toba de medidas considerables, que son de caliza en el zócalo. Mientras que la cubierta a dos aguas de la nave está realizada con teja árabe, en la cónica del ábside se conserva la techumbre de losas.

 

El edificio fue recrecido en época posterior, como se pone de manifiesto en los muros laterales, donde, por encima de los restos de la cornisa primigenia, se prolonga el paramento con un aparejo de mampostería que contrasta con el sillarejo de la parte inferior. Más acusado es el cambio que se aprecia en la fachada occidental, en la que los sillares de caliza magníficamente labrados, escuadrados, pulidos y dispuestos en hiladas uniformes son sustituidos, en el hastial, por un material más tosco de piedra toba, con el que se realizó el campanario de espadaña de dos ojos. El espacio generado bajo la cubierta con esta reforma acogió una guarnición militar durante las guerras carlistas, que se sirvió de los vanos de medio punto –los cuales revelan el grosor de los muros– abiertos al Norte y al Sur, además de las saeteras de la cabecera y de la atalaya de la fachada occidental, para controlar eficazmente el valle de Alinyà desde una posición privilegiada.

 

En el ábside, que es liso, también se aprecian los vestigios de una intervención posterior, especialmente en el flanco septentrional: la silueta de una puerta cegada y una línea diagonal formada por pequeñas cicatrices cuadrangulares en la parte alta del muro, testimonio ambas de una sacristía adosada desaparecida. Una imposta biselada, que recorre la parte alta del ábside, queda separada del alero por tres hiladas de sillarejo añadidas al sobrealzarse el templo. En el eje del ábside se abre una ventana de doble derrame y antepecho monolítico, con dos arquivoltas profundas de medio punto, en las que la exterior presenta, en su rebajada arista exterior una decoración de bolas. Este esquema se repite en todos los vanos de medio punto del templo, localizados en el muro meridional y en la fachada occidental, ambos de doble derrame y más profundos que el del ábside, pues presentan cuatro arquivoltas. Este tipo de ornamentación se encuentra también en el claustro de la catedral de La Seu d’Urgell.

 

Para acceder al templo, es necesario cruzar el arco que da acceso a la terraza situada entre la fachada occidental y la rectoría, la cual se apoya parcialmente en aquella. La portada, que se eleva sobre tres escalones, está formada por un arco de medio punto enmarcado por tres arquivoltas, también de medio punto, la exterior de las cuales cuenta con la arista rebajada en caveto y presenta en la clave, pieza restaurada, una inscripción moderna con el año 1253. Otras dos inscripciones contemporáneas, situadas en el arco y la arquivolta inferior, asocian la puerta del templo con la del cielo e informan del año de reparación del edificio, 1949.

 

El interior del templo, profundamente transformado en época moderna, está completamente cubierto por una capa de enlucido pintado en los años 80 del siglo xix, como reza la inscripción de la parte alta del muro occidental. Es en el interior donde se aprecian más claramente los resultados de las tareas de consolidación llevadas a cabo entre 2008 y 2010. Entre otras reparaciones, se reparó la grieta que recorría los muros y la bóveda del flanco occidental del templo. Mientras que la nave está cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, el ábside, de menor altura, hace lo propio con una de cuarto de esfera. Un estrecho arco presbiterial antecede al ábside y facilita el tránsito a la mayor anchura de la nave. Por debajo de las bóvedas, recorre el perimetro del templo una imposta biselada lisa. En los muros laterales, flanquean al hemiciclo absidal sendos absidiolos que no se manifiestan al exterior, cubiertos ambos con bóvedas de cuarto de esfera, los cuales dotan al templo de la apareiencia de tener una cabecera trilobulada. Estos dos espacios, actualmente utilizados como capillas, forman parte, muy probablemente, de la fase románica del edificio. Junto a estos absidiolos se abren sendas capillas de planta rectángular, las cuales corresponden a reformas posteriores. En lo alto de los muros occidental y meridional se construyó un coro elevado.

 

La lectura de la estructura, así como la presencia de ciertos elementos decorativos nos inclinan a considerar que la mayor parte de la construcción actual fue levantada en el siglo xii, y que la fachada occidental, tal como reza la clave de la puerta del templo, fue fruto de trabajos de mejora desarrollados durante la primera mitad del siglo xiii.

 

Junto a la entrada, recientemente instalada sobre una base prismática de piedra, se encuentra una pila benditera monolítica y perfil semiesférico, de dimensiones considerables, que presenta una decoración a base de flores, la cual se puede considerar de época bajomedieval.

 

Texto: Esther Solé Martí/Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Esther Solé Martí - Plano: Xavier Cerqueda Ribó

 

 

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1978, pp. 50-53; Baraut i Obiols, C., 1982, pp. 31-32; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 121-123; Baraut i Obiols, C., 1986, pp. 52-56 y 151; Catalunya romànica, 1984-1998, vi, pp. 206-208; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1977, pp. 104-105.