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Vista general del frente norte desde el exterior

Identificador
31174_03_011
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Julia Baldó Alcoz
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Martín

Localidad
Ubani
Municipio
Zabalza
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
LA IGLESIA SE HALLA UBICADA en lo alto de la población, sobre una explanada al borde de un barranco desde donde se tiene una panorámica de la comarca. El exterior del edificio sobresale por la sencillez de líneas y por la distinción de dos etapas constructivas: la original románica, que se corresponde con el edificio primitivo, y la de la torre, añadida entre finales del siglo XVI y el primer tercio del XVII. Ambas muestran dos tipos diferentes de fábrica: el templo está edificado con sillarejo irregular salvo en la portada, donde el sillar regular de mediano tamaño flanquea el conjunto de columnas. Y la torre a los pies está constituida por sillar regular de diferentes tamaños. El inmueble románico presenta un ábside semicircular de planta peraltada jalonado por varios contrafuertes (tres a la vista, el cuarto incorporado a la sacristía, de 87 cm de frente y 54 de fondo). En él se abren tres ventanas originales. La axial, abocinada y con chambrana, se adorna al exterior mediante dos columnillas con capiteles vegetales, si bien no pueden observarse los detalles debido a la hiedra que los cubre. A ambos lados se disponen saeteras entre contrafuertes. En el muro meridional perforaron una cuarta ventana, cuadrada y moderna. La nave tiene mayor altura y conecta con la cabecera mediante un estribo con esquina. Los muros culminan en cornisa sobre canecillos lisos convexos. Algunos de ellos han sido reconstruidos en una restauración reciente (en el murete de piedra y cemento que rodea el jardín aparece inscrita la fecha de 1973), salvo en la zona sur, donde todavía se conservan algunos que representan figuras esquemáticas, de gran similitud con las que también se pueden observar en la cercana iglesia de Larraya. El más occidental está formado por dos rollos mientras que los orientales parecen representar cabezas de animales, al igual que el que se ubica más cercano al contrafuerte doble. En el lienzo norte se adosan la sacristía, dentro de la cual se engloba un contrafuerte paralelo al meridional, y el cuerpo de las escaleras de acceso al coro y la torre. El ingreso al templo tiene lugar por el lado sur, a través de una portada abocinada (3,55 m de frente, 1,25 de vano y 1,60 de profundidad). La enmarca un paramento en resalte, cuya parte occidental fue solapada por un machón de la torre. Consta de tres arquivoltas semicirculares con sendos boceles flanqueados por mediacañas que apean en columnas despiezadas compuestas por capiteles con motivos vegetales, de los cuales están mejor conservados los apostados en el lado oriental. Todos ellos se componen de grandes hojas lisas de escaso resalte que se vuelven en bolas o en volutas. El grupo se corona con cimacios moldurados que se prolongan en una línea de imposta a lo ancho de la portada. Las basas de las columnas probablemente estén tras los podios, elevados a modo de asientos; sobresale el oriental por poseer en su tapa una losa de mármol blanco en la que se cinceló un motivo ornamental en forma de roseta, circunscrita en un doble círculo, quizás una estela sepulcral reaprovechada. Entre las diversas marcas pétreas destaca la de la primera columna oriental, formada por una estrella de seis puntas y una cruz aderezada con varios travesaños horizontales. El tímpano acoge un crismón trinitario rodeado de un anillo exterior con las letras típicas. La X central aparece dibujada por dos arcos semicirculares contrapuestos, que no se llegan a unir con el aro exterior. El travesaño vertical de la P incluye en su zona superior una pequeña cruz y en la inferior se enrosca la S; alfa y omega ocupan sus lugares respectivos sin estar colgadas. La parte inferior del tímpano se ornamenta con una moldura incisa a modo de baquetón que se prolonga en las dos ménsulas lisas y en las jambas de la puerta. Todo el conjunto se completa con una chambrana en nacela. El interior (15,10 m de largo por 6,67 m de ancho) está formado por una nave dividida en tres tramos semejantes, más la cabecera semicircular peraltada. Ésta se cubre por medio de bóveda de horno bien aparejada con piezas muy pequeñas. En la nave, una bóveda de medio cañón apuntado está ceñida por sus correspondientes fajones asimismo apuntados (doble el de acceso al ábside) descansa sobre pilastras (92 cm frente y 40 de fondo), salvo el de ingreso al ábside, doblado y apeado por semicolumnas recortadas sobre ménsulas de yeso de estilo barroco. Sus capiteles repiten motivos ornamentales vegetales: el septentrional está formado por hojas lisas rematadas en formas curvas turgentes, mientras que el meridional está compuesto en las esquinas por hojas lisas con nervio central inciso que se vuelven formando volutas de las cuales penden piñas, más pencas lisas con puntas redondeadas en el frente largo. Tanto los capiteles como las pilastras se coronan con un cimacio liso que se prolonga en imposta por el perímetro de la nave y la cabecera. Los vanos que horadan el lienzo meridional del templo son de época posterior (en el presbiterio y en el coro), mientras que los tres primitivos ubicados en el ábside quedan ocultos por el retablo. El tramo occidental corresponde a la torre añadida, con el correspondiente coro alto. Su tramo de bóveda fue retocado en el siglo XVII, paralelamente a la construcción del coro, torre y escalera de acceso. Finalmente, deben destacarse varios elementos muebles medievales que se encuentran en el interior del templo. En primer lugar, en un nicho abierto en el muro norte del sotocoro, sobre un pequeño fuste prismático liso (51 cm de altura) se dispone la pila bautismal, formada por una taza semiesférica gallonada de gran tamaño (con una copa de 125 cm de diámetro por 44 cm de altura) y rematada por una cenefa de motivos geométricos donde se alternan flores sexapétalas inscritas en hexágonos, a modo de estrellas, y círculos concéntricos con pequeños triángulos exteriores y botones centrales, simulando discos solares. En uno de ellos, ubicado en el frente de la pila, el botón central muestra una pequeña cruz incisa. El borde de la taza queda rematado por una gruesa moldura cordada. Es un modelo muy similar al que puede observarse en otras iglesias navarras como Azoz, Berriozar, Aldaba, Echauri, Huarte o Urroz-Villa. Estos motivos ornamentales reproducen un modelo decorativo de origen altomedieval que continuó labrándose a lo largo de las etapas medieval y moderna de forma habitual. Hasta tal punto fueron populares que en Navarra se siguieron encargando en el siglo XVII pilas bautismales de características semejantes, como lo registran diferentes libros de fábrica. En dos hornacinas del retablo mayor se custodian dos tallas marianas. La primera de ellas, al Sur, está dedicada a la Virgen de los Remedios. De líneas sencillas aunque elegantes, se encuadra dentro del estilo románico, en el entorno del 1200, según indica Fernández-Ladreda. Es una figura sedente y frontal (95 cm de altura por 40 cm de anchura frontal y 29 cm de fondo) que sigue el modelo de Sedes Sapientiae con brazos en ángulo recto y paralelos, en actitud de enmarcar a su Hijo. Le faltan la figura del Niño, que se dispondría en el centro del regazo, y la corona, robados en 1980. Sus manos no parecen ser las originales, sino repuestas en una intervención posterior, probablemente en el siglo XIX o en la primera mitad del XX. La derecha tiene el gesto de portar algún objeto que no se ha conservado, mientras que la izquierda se extiende recta. Viste túnica, manto dispuesto en diagonal sobre la pierna derecha y velo de bordes lisos, sin pliegues, muy ajustado a la cabeza, de modo que apenas permite ver el cabello. Al otro lado del sagrario se ubica otra talla, de estilo gótico, bajo la advocación de la Virgen del Rosario.