Castillo de Cruïlles
CRUÏLLES, MONELLS I SANT SADURNÍ DE L’HEURA
El municipio de Cruïlles, Monells i Sant Sadurní de l’Heura, se formó en 1973 mediante la unión de los tres pueblos que le dan nombre; se eligió Sant Sadurní como cabeza del municipio. Ocupa una extensión de unos 100 km² en el sector septentrional del macizo de las Gavarres, que comprende una buena parte del valle alto del Daró y del valle del Rissec, afluente por la izquierda del Daró.
La comunicación se realiza por la carretera local GI-664, que atraviesa el singular paraje de las Gavarres por el collado de Santa Pellaia y discurre paralela al curso del Daró en un largo tramo. La carretera local GIV-6701 pasa por el pueblo de Monells, y varios caminos asfaltados completan la comunicación del territorio.
Al tratarse de tres municipios anexionados, resulta complicado tratar la documentación histórica que, no obstante, se tratará en los apartados particulares de cada monumento. Destacamos que el lugar de Cruïlles ya se cita en el año 891, y su iglesia en el 1035. Del monasterio benedictino de Sant Miquel de Cruïlles se tienen noticias desde el año 1057. De Monells sabemos que en 922 el rey Carlos el Simple confirmó a la catedral de Girona las propiedades que allí poseía.
Texto: MJV
Castillo de Cruïlles
En el punto más alto del pueblo de Cruïlles junto a la moderna parroquia de Santa Eulàlia, se levanta una torre que es el resto más destacado de la antigua fortaleza de la población, solar original del linaje homónimo. Dispersos por la población quedan también algunos otros restos del recinto amurallado del castillo, cuya destrucción parece que debe fecharse entre finales de siglo xvii y la primera mitad del xviii, en cualquier caso con anterioridad a la reforma de la iglesia parroquial, que es una construcción de época barroca.
La torre de Cruïlles, declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en 1949, es una edificación de planta circular, que se considera tradicionalmente la torre del homenaje del antiguo castillo. Sus muros, que superan los 2 m de grosor, se levantaron con sillares escuadrados de arenisca de tonalidad ocre hasta una altura de unos
En su interior se conservan dos bóvedas semiesféricas y dos arcos transversales, así como también se distinguen los zócalos que debieron sostener el antiguo suelo de madera en diversos niveles, una hornacina junto al arranque de uno de los arcos y una puerta tapiada. A la altura de las bóvedas se abren dos puertas de arco de medio punto adovelado, inaccesibles en la actualidad ya que comunicaban con los sectores del castillo desaparecidos. Inicialmente, el acceso al elemento se efectuaba por una puerta de medio punto adovelada situada al lado sureste, a unos
En la cima de la torre hay otra abertura, formada por una piedra con un encaje semicircular en su parte superior y otras dos que la flanquean. Al exterior, en el lienzo sur se percibe el arranque de un arco y su correspondiente imposta que, junto con los vestigios de una cubierta a dos aguas, supone la existencia de una dependencia adosada en el sector inferior del elemento. También se deduce la posibilidad de una galería volada alrededor de la torre. A finales del siglo xix y principios del xx se quiso destruir la torre, que finalmente perdió solo su cúspide almenada. Durante 2004 y 2005 se intervino el edificio con tal de limpiarlo y rehabilitarlo, y se instaló una escalera radial de caracol, que permite el acceso a la parte superior.
La construcción es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar de época románica que se conserva en la zona, con similitudes con otros torreones de la comarca como la torre de Sant Iscle d’Empordà. Se cree obra de finales del siglo xi o ya del siglo xii, teniendo en cuenta que la primera mención del castillo de Cruïlles se fecha en 1136.
En cuanto al recinto amurallado, aparece un ángulo al Noreste que posiblemente perteneciera a una torre de planta rectangular edificada con mampostería ordinaria. Su pared occidental mide unos
Texto y fotos: ANA VICTORIA PAUL MARTÍNEZ
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1989, VIII, pp. 295-299; Marquès i Suriñach, J., 2002, pp. 18-77.