Mare de Déu del Castillo de Rivert
CONCA DE DALT
Capilla de la Mare de Déu del castillo de Rivert
Rivert es una población que conserva su aspecto medieval y que se encuentra situada al noroeste del pantano de Sant Antoni, en una tierra fértil bañada por los numerosos barrancos y fuentes que surgen del interior de la montaña. En lo alto de una peña que preside el pueblo por su parte norte, se localiza, al borde del despeñadero, la capilla de la Mare de Déu. Se llega a la localidad tras recorrer 9 km por la carretera C-147a, a la que se accede desde la C-13 entre Tremp y la Pobla de Segur. Una vez en el caserío, hay que dirigirse al centro, donde se encuentra la iglesia de Sant Martí, desde donde se ha subir por una de las dos calles a la derecha que ascienden hasta la cima.
En la base del macizo rocoso, en el último tramo de ascenso al cerro, se hallan unos arcos que, junto a los muros que soportan, podrían ser restos del desaparecido castillo que citan los documentos de la época. En 993 se menciona esta fortaleza como castro Reverte. No vuelve a aparecer citada hasta 1055, en un acuerdo entre el conde Ramon V de Pallars Jussà y Arnau Mir de Tost en el que se denomina castrum Revert. Poco después, antes de 1058, en un manuscrito de conveniencia, Artau I, conde de Pallars Sobirà, le prometía a los condes de Barcelona, Ramon Berenguer I y Almodis, que se casaría con la hermana de ésta, Llúcia, a la cual donaría seis castillos, entre ellos el castrum Revert. La fortaleza sigue apareciendo en documentos de conveniencia, de ventas y conmutaciones entre el mismo Artau I y su primo Ramon V de Pallars Jussà. En 1085, según aparece en los falsos de Gerri, el conde Artau II y su esposa Eslonça donaban al monasterio de Gerri una cantidad alzada del castillo de Rivert, es decir, una suma total de dinero que se consideraba suficiente para el pago del objeto. Sin embargo, en lo que respecta a la capilla, no se han conservado referencias documentales de época medieval.
El edificio, muy sencillo y de reducidas dimensiones, tiene nave única cubierta con bóveda de cañón, y un ábside semicircular liso y sin ventana, que en algún momento perdió parte de las hiladas de sus sillares centrales. La techumbre sobre la nave, formada por losas de pizarra, es de doble vertiente. El único acceso al interior, que se realiza por la fachada oeste, no es el original.
El interior, cubierto con una capa de enlucido blanco, presenta un ábside muy modificado, en el que se ha abierto una hornacina para colocar la imagen de la Virgen. Un doble arco absidal degradado facilita la transición entre este espacio y la nave, la cual consta de un solo tramo y tiene sendos arcos formeros de medio punto adosados a las paredes laterales. A los pies del templo actual un arco fajón apoyado en dos semicolumnas enmarca el muro occidental donde se encuentra la puerta de acceso. Posiblemente la nave tuvo una longitud mayor que la actual, como lo pone de manifiesto la presencia del arco ciego de medio punto en el muro sur del exterior del templo, realizado con dovelas de piedra toba, así como los restos de la prolongación por occidente de los muros laterales y del banco corrido. El muro meridional exterior está reforzado por un potente contrafuerte.
Dado que no hay datos suficientes para determinar con cierta precisión la fecha de realización de esta capilla, se le ha atribuido una amplia cronología entre los siglos xi y xii.
Texto y fotos: Raquel Cardona Segura
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 437-438; Villanueva Astengo, J., 1803-1852 (2001), XI, p. 242.