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Ventana cegada en el muro sur de la nave

Identificador
09515_05_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel Arcángel

Localidad
Paralacuesta
Municipio
Merindad de Cuesta-Urria
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL se ubica en lo alto del pueblo y está realizada en sillería caliza. Es un edificio de nave única cubierta con bóveda de aristas y una cabecera cuadrada con bóveda de cañón apuntado. A esta estructura se añadieron después una capilla en el lado del evangelio, la sacristía en el lado meridional, el pórtico y la torre en el hastial occidental. Sólo la cabecera y parte del muro sur de la nave corresponden a la primitiva fábrica románica. La cabecera se remata en el exterior con una cornisa abocelada soportada por una línea de canecillos en los que se representan diversos motivos ejecutados con cierta tosquedad. Los del muro septentrional se decoran con una cabeza antropomorfa de rasgos muy sumarios, una cruz patada, una piña y varias cabezas de animales (macho cabrío, toro y cérvido). En el lado meridional se aprecia un cuadrúpedo muy erosionado, un águila de alas explayadas y dos exhibicionistas, uno femenino y otro masculino, en parte mutilado. Algunos de estos motivos escultóricos aparecen también representados en los canes de la cercana iglesia de Baillo, donde parece que trabaja el mismo taller de canteros. El muro sur de la nave permanece en parte oculto por el pórtico y por una dependencia adosada en el tramo más occidental. Pese a todo todavía se perciben algunos restos interesantes de la fábrica románica, tales como la cornisa moldurada con bocel, los canecillos de nacela y una ventana cegada cuyo hueco se adorna con un motivo sogueado de evidente arcaísmo. Por lo descrito parece que nos hallamos ante una construcción románica de sabor muy popular en la que se combinaron fórmulas constructivas características de una etapa más bien tardía (bóveda de cañón apuntado) con un repertorio ornamental de signo más tradicional. Teniendo en cuenta la conjunción de ambos factores creemos que puede fecharse en los años finales del siglo XII.