LA FIGURA, PROCEDENTE DE LA IGLESIA de San Martín de la localidad de Orbaiz, fue trasladada al museo parroquial de San Miguel de Aoiz. No ha sido posible estudiarla directamente, por lo que el siguiente texto se basa en lo publicado. A pesar del mal estado de su policromía, resulta una pieza excepcional en el panorama medieval navarro debido a la delicadeza y elegancia de su talla y a la singularidad de la indumentaria de María y el Niño. La Virgen, que sigue el modelo de Sedes Sapientiae (73,5 cm de altura por 19,5 de anchura), se presenta sedente, frontal y simétrica, con brazos y piernas en ángulo recto y manos extendidas enmarcando al Niño, asentado en el centro del regazo materno. Las manos de María, que podrían ser repuestas, portan sendas esferas. El brazo izquierdo de Jesús se dispone en ángulo agudo mientras que el derecho queda colocado en ángulo recto. Con la mano siniestra sostiene el orbe terrestre mientras que con la diestra, perdida, efectuaría la bendición. Sus cabezas primitivas fueron sustituidas en los siglos XVIII ó XIX. La vestimenta de la Madre consiste en túnica de bocamangas muy amplias, lo que constituye una rareza, al igual que la pénula que, probablemente, llevaba colocada sobre esta prenda. De esta pénula, paenula o planeta (Trens afirma que, en realidad, sería una palla bizantina mal interpretada en el románico) todavía se conserva la parte inferior de la abertura del cuello y de la capucha que continúa envolviendo su cabeza. Encima de ambos atuendos se dispone el manto, cuyos extremos se unen en la parte superior, desplegándose luego en abanico sobre el pecho y descendiendo por los costados verticalmente. Las vestiduras de Jesús se componen de túnica (bajo la cual llevaría camisa) y sobre ella un manto muy peculiar, excepcional en las figuras del Niño: una clámide que arropa el brazo izquierdo y se ata con un broche sobre el hombro derecho. Uno de sus cabos pasa por debajo del brazo diestro y se tercia en horizontal sobre el regazo cayendo el resto de la tela por encima de la rodilla y pierna derechas; mientras que el otro desciende en pico sobre el pecho y forma pliegues en el lateral izquierdo. Como nota curiosa debe indicarse que, tanto la pénula como la clámide, son dos vestimentas que eran utilizadas en los viajes. La Virgen se sienta sobre trono con policromías a base de arcos de medio punto. Fernández- Ladreda ha fechado este ejemplar en el entorno de 1200 a través de su comparación con obras francesas similares, como la Virgen de la Galería Walters de Baltimore o la del Museo de Arte de Filadelfia.