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Talla de la Virgen de Legarra con el Niño

Identificador
31171_01_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Mercedes Orbe Sivatte
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Lorenzo

Localidad
Lizasoáin
Municipio
Olza
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
LA PARROQUIA DE SAN LORENZO se levanta en el centro del pueblo y fue construida en el siglo XIX con patrones barrocos, en sustitución de la primitiva que se localizaba en otro lugar más a desmano. A ella se trasladó, aunque normalmente por seguridad se custodie en una casa, la Virgen de Legarra (60,5 x 22 x 19 cm), titular de su ermita, un edificio sencillo que se levanta a 400 m de la población. Se trata de una talla sedente de la Virgen con el Niño, no exenta de ingenuidad, que mantiene las características del románico, pero dentro del mismo adopta algún rasgo de humanización que afecta sobre todo a María. Ésta sustituye la posición recta de los brazos, muy habitual en el románico, que a modo de los de un trono solían enmarcar al Hijo, por otra más natural y por ello más humana, indicativa de una relación entre ambos. En este sentido, la Virgen de Legarra, junto con las de Monteagudo, Armañanzas, Marcilla, Zurucuáin, Luquin y Erdozáin, constituyen el grupo de las llamadas vírgenes sustentantes, denominación que hace referencia a la posición de la mano izquierda de María, que apoya en la parte inferior o a media altura de la espalda del Niño. Con todo, se mantiene la rigidez y frontalidad de las dos personas, si bien el Niño ha dejado el centro del regazo de su madre por la rodilla izquierda, así como la abstracción del rostro, que en alguna medida ha podido ser alterado en las sucesivas restauraciones. La Virgen de Legarra presenta una esfera en la mano derecha, el Niño con la suya bendice, mientras que con la otra sujeta un libro. En cuanto a la vestimenta de María, consiste en túnica y manto, como la del Niño. El manto le sirve a la Madre también de velo muy ajustado a la cabeza y le cubre ambos brazos. La indumentaria se muestra prácticamente lisa, sin pliegues significativos (salvo los picos de la parte inferior) y con orlas en relieve en túnica y manto. La corona no es la original, si bien debió de portar una en sus inicios. Aunque estamos ante una imagen románica, podemos comprobar que se ha roto la simetría e hieratismo del modelo de Sedes Sapientiae, por lo que cronológicamente los autores la sitúan entre finales del siglo XII y comienzos del XIII. Ésta es la propuesta de Clavería y Uranga, e Iñiguez. Fernández-Ladreda, por su similitud con la de Monteagudo, fija las fechas en los últimos años del XII. La última restauración de la imagen data de 1998 y tuvo como objetivo detener los deterioros en madera y policromía que sufría, producto de otras intervenciones padecidas a lo largo de la historia según se pudo comprobar.