LA TALLA QUE ESTUDIAMOS se conserva actualmente en el retablo mayor de la parroquia de la localidad, pero proviene de la antigua ermita, hoy derruida, de Nuestra Señora de Bañano, por lo que también se la puede conocer por esta advocación. Según la descripción del padre Clavería, en 1944 se hallaba vestida con encajes; en la actualidad la apreciamos en su estado original. La Virgen fue clasificada por la profesora Fernández- Ladreda dentro de un segundo grupo de tallas derivadas de los grandes modelos de Pamplona, Santa María la Real, e Irache. Este grupo estaría compuesto, además, por las imágenes marianas de Gastiáin, Izurzu y la de Rocamador de Estella. Como hemos citado en otros casos, aunque los prototipos de todas estas tallas sean Pamplona e Irache, se ha de tener en cuenta que todas ellas parecen seguir la imagen de Rocamador que sería la más antigua de las cuatro. Se ha establecido para este grupo de imágenes una cronología dentro de la segunda mitad del siglo XII. Nuestra Señora de Torralba del Río o Bañano mide 64 cm, se trata de una talla sedente y frontal, con los brazos en ángulo recto enmarcando a Jesús. El Niño, como en el resto de tallas del mismo grupo, bendice con la derecha y sostiene un atributo -en este caso una bola- en la izquierda. María viste túnica, sobretúnica y manto, mientras que sustituye la toca -que vemos en el resto de imágenes del grupo- por un velo. La indumentaria del Niño se reduce a túnica y manto. Los pliegues de la sobretúnica de la Virgen son verticales y elípticos alternativamente, al igual que en el modelo de Irache. Resulta muy característica de la mayor parte de las integrantes del grupo la duplicación de los entrantes del borde inferior de la sobretúnica y el modo de organización del plegado del halda, que contrasta con la simplicidad del remate de la túnica. Comparte asimismo con sus semejantes la concepción del manto abierto, formado -como expone Fernández-Ladreda- por una pieza rectangular colocada sobre los hombros y espalda, cuyas extremidades superiores se reúnen sobre la garganta, desplegándose luego a manera de alas que cubren los lados del pecho y brazos par terminar en caídas verticales muy simples.