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Roca tallada

Identificador
09280_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 41' 4.12'' , - 3º 7' 44.90''
Idioma
Autor
José Luis Buezo Serrano
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Mamés de Obarenes

Localidad
Obarenes
Municipio
Encío
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
AUNQUE SEGÚN ALBAINA la ermita fue destruida por un incendio en 1767, aún son visibles los restos de la fábrica del templo, en parte construidos y en parte, según todos los indicios, apoyados e integrados en el cercano afloramiento calizo. Se emplaza la iglesia, en acusada pendiente, frente a varias cuevas acondicionadas -destacando dos inmediatas al templo, con alacenas o altares tallados- y la necrópolis excavada en la roca. La longitud total del edificio ronda los 15 m, correspondiendo 13 a la nave y 2 m a la profundidad del ábside, el elemento construido más notable y visible del conjunto, cuya anchura ronda los 3,60 m. De la nave apenas se mantienen los muros laterales, con el rebaje donde se practicaría la portada, al sur, tallado en la roca, y parte del muro sepentrional, con el codillo que la articula con el hemiciclo, también en sillería de toba bien despiezada. Los mechinales tallados en el afloramiento en la zona occidental parecen indicar que la estructura construida apoyaba directamente en la roca, constituyendo así un templo semirrupestre. El ábside semicircular, cuyos muros alcanzan en el eje los 0,94 m de grosor, se levantó sobre un hoy descubierto basamento de grandes bloques. El tambor absidal se muestra absolutamente liso, conservándose los simples canecillos abiselados que soportaban una hoy desaparecida cornisa. En el eje se abre una ventana rasgada de doble derrame coronada interior y exteriormente por un arco trilobulado, única concesión decorativa que al menos relaciona la fábrica con los cercanos ejemplos de la parroquial de Encío, la ermita de Santa Gadea del Cid, los templos burebanos de Navas y Los Barrios y los riojanos de Treviana y Nuestra de Tres Fuentes de Valgañón. Al interior, notablemente colmatado por el nivel de derrumbe y la vegetación, es visible el arranque de la bóveda de horno que cubría el hemiciclo, que partía de una imposta de simple listel y chaflán. Parece obra de las últimas décadas del siglo XII, a tenor de las relaciones establecidas por la tipología de la ventana. Además de merecer los restos conservados una consolidación que evitase su definitiva desaparición, no tanto por su valor artístico como por el histórico, sería conveniente un detenido estudio planimétrico y arqueológico del conjunto de la iglesia y las celdas, pues bajo la tierra y la abundante vegetación se guarda un importante capítulo del rico y frecuentemente oscuro tránsito de la Alta Edad Media a la época bajomedieval.