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Restis del ábside de Sant Pere de La Parròquia d’Hortó

Identificador
25185_10_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Ester Solé Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere Prop de La Parròquia d’Hortó

Localidad
La Parròquia d’Hortó
Municipio
Ribera d'Urgellet
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Claves
Descripción

RIBERA D’URGELLET

El municipio de Ribera d’Urgellet, que está situado al Suroeste de La Seu d’Urgell y es atravesado por la carretera C-14, ocupa una superficie notable, pues es fruto de la unión en 1968 de las localidades de El Pla de Sant Tirs (cabeza de municipio), Adrall, Parròquia d’Hortó, Arfa y los pueblos del valle de Tost (Montan de Tost, Castellar de Tost y Torà de Tost), a los cuales cabe añadir los lugares de Bordes d’Arfa, Hostalets de Tost, Coma de Nabiners y Sant Pere de Codinet, acompañados de los despoblados de Tost, Bastida, Gramós, Nabiners, Sauvanyà, Fontelles y La Freita. El nombre del municipio está íntimamente unido al de la subcomarca histórica del Urgellet, que abarca la práctica totalidad del Alt Urgell actual, desde el pantano de Oliana hasta las tierras del Baridà, en la frontera con la Baixa Cerdanya. El Segre define parte del límite municipal, especialmente al Norte, donde sigue su cauce desde Arfa hasta bordear el flanco septentrional de la Serra de Nabiners. Al Este, la Serra de La Bastida separa Ribera d’Urgellet de Alàs i Cerc, donde los pasos son prácticamente inexistentes. Más allá de la Roca de la Dona, el límite tiende hacia el Oeste y se encadena al Montsec de Tost –donde el Coll d’Arnat se abre como paso natural hacia el valle de La Vansa– hasta reencontrarse con el Segre una vez superado el desfiladero de Tresponts. Una porción del territorio municipal, conocida como el Baridà –que no debe confundirse con el territorio histórico del mismo nombre– queda aislada del resto por el término de Les Valls d’Aguilar.

 

Varios de los núcleos del municipio aparecen mencionados en la falsa acta de consagración de la catedral de Urgell –aunque está fechada en 839 se cree que fue realizada entre finales del siglo x e inicios del xi–. Perteneciente al condado de Urgell, durante el siglo xi buena parte de la actual Ribera d’Urgellet estuvo bajo el dominio de los Tost, de los que el personaje más destacado fue Arnau Mir de Tost. Por su parte, Gramós no perteneció al condado de Urgell, sino al señorío de Vilanova y al marquesado de Benavent. La rivalidad acontecida alrededor del siglo xiii entre el condado de Urgell y el vizcondado de Castellbò desencadenó enfrentamientos en lugares como el Pla de Sant Tirs, Adrall o la Parròquia d’Hortó, pero un siglo más tarde la mayor parte de estas tierras se encontraban bajo el señorío del cabildo de Urgell, que las controló hasta mediados del siglo xix.

Iglesia de Sant Pere cerca de La Parròquia d’Hortó

A la pequeña iglesia, dedicada a san Pedro se accede desde Adrall tomando la carretera N-260 en dirección a Sort y recorriendo los primeros kilómetros del puerto del Cantó. Es preciso tomar la pista sin pavimentar que arranca hacia el Norte en la entrada del pueblo y remonta el cerro de la Coma dirigiéndose al lugar de Sant Pere, sito prácticamente bajo un tendido de alta tensión.

 

Pese a que el topónimo de Hortó no es inédito en la documentación conservada, no se dispone de referencias documentales sobre esta iglesia, cuyas características le aportan un interés especial. Situada en un enclave que proporciona una magnífica panorámica de los llanos del Segre a su paso por Arfa, Adrall y el Pla de Sant Tirs, su filiación es claramente románica, aunque fue objeto de modificaciones y ampliaciones en época reciente.

 

Se trata de un pequeño templo de una nave rectangular con cripta de sala y un ábside semicircular ligeramente más estrecho que aquélla pero que, interiormente, no utiliza otros elementos para articular la transición entre ambos espacios. La conservación del conjunto está comprometida por la inestabilidad del terreno, a la cual cabe atribuir el colapso de la práctica totalidad del ábside. En lo referente a las cubiertas, la relativa escasez de restos de derribo sugiere que la nave presentaba una techumbre de vigas de madera, mientras que los vestigios del arranque del ábside evidencian que éste estaba cubierto con bóveda de cuarto de esfera. El aparejo utilizado en los paramentos es irregular y está compuesto por bloques de caliza puntualmente mezclados con piedra toba. Éstos, ligados con mortero y barro, se asientan sobre una base de piedra labrada que actúa a modo de zócalo.

 

El acceso original al templo se realizaba a través del muro meridional, donde se abre una estrecha puerta, que ha perdido las dovels de su arco de medio punto, del que tan solo se conservan los salmeres. El sector occidental de la nave fue ampliado en época moderna mediante la prolongación de los muros norte y sur para construir un pequeño abrigo y abrir una segunda puerta, rectangular y custodiada por dos ventanas cuadradas. En el espacio inmediatamente anterior al ábside, en los muros meridional y septentrional, se abren una ventana y una crdencia, respectivamente, ambas de perfil cuadrangular.

 

En el centro de la nave se halla el acceso a la cripta, formado por un arco rebajado –hoy desaparecido– de pieda toba y un tramo de escaleras muy desgastadas. La cripta, que presenta una construcción más cuidada y robusta que la nave, tiene planta rectangular y un ábside semicircular de su misma anchura. Su única fuente de iluminación proviene de la ventana de doble derrame abierta en la parte alta del flanco suroriental. Los muros, de poca altura, están construidos con bloques regulares de piedra caliza –cuya imposta concuerda con el zócalo exterior–, mientras que el espacio está cubierto con bóveda de cañón a sardinel ligada con mortero, que en la zona absidal deviene en cuarto de esfera. Es precisamente este elemento el que confiere un valor especial a la construcción, pues las criptas son estructuras excepcionales en la arquitectura románica de esta zona. El único conjunto con el que se pueden establecer paralelismos es la antigua iglesia de Sant Pere i Sant Feliu de Iel, la actual ermita de la Mare de Déu de La Tobada, una construcción del siglo xi cuya cripta parece haber sido la fuente de inspiración de la de esta iglesia, probablemente construida durante el mismo período, si bien, la de Sant Pere de La Parròquia d’Hortó es sensiblemente más modesta y de menores dimensiones.

 

Texto y fotos: Ester Sole Marti

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, vi, pp. 304-305; Duran-Porta, J., 2009a, pp. 325-339; Farràs, J. Y Villaró i Boix, A., inédito; Farràs, J. y Villaró i Boix, A., 2000, pp. 217-226.