Pasar al contenido principal
x

Portada sur

Identificador
33311_03_033
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Maximino Pando Macías
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa María

Localidad
Lugás
Municipio
Villaviciosa
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL está situada en una colina desde la que se divisan las parroquias vecinas y la vega de Villaviciosa. Según la tradición que recoge Caveda y Nava, la iglesia de Lugás fue cedida por el pontífice Zacarías al rey Alfonso I en el año 745, aunque no existen documentos que respalden estas afirmaciones. La primera referencia documental sobre esta iglesia data del año 1201, cuando el rey Alfonso IX y su esposa Berenguela la donaron al monasterio de Valdediós. Es posible que este último cediera sus derechos sobre el templo de Lugás al abad de San Salvador de Fuentes (Villaviciosa), que, según el Libro Becerro de la Catedral de Oviedo (1385-1386), presentaba los capellanes de Lugás al obispo de Oviedo y recibía una parte de los diezmos de la parroquia. La iglesia románica de Lugás sustituyó a otro edificio anterior, del que no se conservan restos, y fue construida probablemente por el monasterio de Valdediós a principios del siglo XIII. Se relaciona estilísticamente con Santa Eulalia de Ujo (Mieres), San Juan de Mieres, San Esteban de Ciaño (Langreo) y en especial con San Esteban de Aramil (Siero). La iglesia románica de Santa María de Lugás constaba en origen de una nave rectangular que se remataba con una cabecera formada por un ábside semicircular precedido de tramo recto. Esta última fue derribada en una reforma que tuvo lugar a finales del siglo XVII, con el fin de construir el crucero y la cabecera que se conservan en la actualidad. Durante la mencionada reforma también se adosó una sacristía al lado septentrional del templo, y a mediados de la centuria siguiente fue construido el cabildo que envuelve la fachada y el costado meridional. El aparejo está formado por sillares bien escuadrados en toda la nave románica, un hecho excepcional en los templos rurales de la zona. En la fachada del templo se encuentra una portada románica, cubierta con tejaroz, que presenta tres arquivoltas semicirculares recorridas por guardapolvo, que reposan en tres pares de columnas acodilladas. La primera rosca se decora mediante series de zigzag, que dan forma de perfil al arco, la central mediante medias cañas y la interior mediante flores inscritas en círculos. El primer capitel de la izquierda está compuesto por cintas en forma de grandes palmas abiertas, de las que penden piñas, y el segundo por hojas triangulares de perfil dentado. En el tercer capitel del mismo lado se representan dos cuadrúpedos que atrapan con sus zarpas una figura humana, situada en el centro de la cesta. Los animales tienen cuerpo de león y cabeza monstruosa, mientras que la figura central tiene una actitud de oración con las manos enlazadas. Podría representar a Daniel en la fosa de los leones, aunque también se ha relacionado con la disputa entre el bien, representado por la figura central, y el mal, que se identifica con los animales. Esta composición recuerda a los relieves asirios, en donde se representa a Gilgamesh y se incorpora posteriormente a los tapices coptos y persas. Este modelo se repite en Santa Eulalia de Ujo, en San Juan de Amandi y en San Salvador de Fuentes en el concejo de Villaviciosa y, fuera de Asturias, en uno de los relieves de San Cipriano de Zamora. Los dos primeros capiteles de la derecha se decoran mediante hojas nervadas, volutas y entrelazados, y el interior está compuesto por hojas triangulares con nervios rizados, colocadas en posición invertida, que se repiten en Arbas (León), Ujo (Mieres), Sotiello (Lena) y Amandi (Villaviciosa). Sobre los capiteles de uno y otro lado se sitúan cimacios que se decoran mediante cintas perladas que envuelven tetrapétalas, palmetas y otros motivos geométricos y vegetales. Enriquecen la ornamentación de la portada de poniente los nueve canecillos que sostienen el tejaroz, dos de ellos decorados mediante repertorios zoomorfos (una cabeza de felino y un cuadrúpedo con la cola vuelta sobre el lomo). También existen canes con ornamentación geométrica y vegetal, encontrándose en ellos medios círculos enfilados, bolas, dientes de sierra, volutas y hojas nervadas que se enroscan. En el costado meridional del templo aparece otra portada que cuenta con dos arquivoltas semicirculares protegidas por guardapolvo que reposan en dos columnas, la exterior, y en jambas perfiladas a bocel, la interior. En la primera rosca se encuentra una sucesión de cabezas de pico, que se esculpen a medio relieve, y la segunda se decora mediante lóbulos cerrados. Las series de testas de pájaro mencionadas aparecen en numerosos templos de Inglaterra (condados de York, Lincoln, Herefort, Cornualles, Kilkhampton y otros), Irlanda (Offaly) y en Francia (Normandía, Poitou, Guyena y Borgoña). También se encuentran en numerosos templos asturianos, especialmente los de los valles del Nalón y del Caudal y de la zona de Villaviciosa, como Santa María de Arbas, San Juan de Mieres, San Esteban de Ciaño, San Esteban de Aramil y San Juan de Amandi. Las cabezas de pico de Lugás, que tienen forma semicircular, cuentan con modelos similares en las portadas de las iglesias de Kilkhampton y Morwnstow, situadas en el condado de Cornualles (Inglaterra). Además, se relacionan con las cabezas de pico de la portada de San Juan de Mieres y se diferencian de otros ejemplares de la zona de Villaviciosa, donde estas testas son triangulares. La segunda arquivolta se decora mediante lóbulos cerrados, que fueron aplicados por primera vez en el antiguo reino de León en la Puerta del Obispo de la catedral de Zamora. Según Gudiol y Gaya Nuño, dicho motivo fue utilizado anteriormente en un arco del testero de la mezquita de Córdoba, y Chueca lo vincula a motivos sirios. Los rollos cerrados se encuentran además en los templos asturianos de San Esteban de Ciaño, San Esteban de Aramil y Santa Eulalia de Ujo. El capitel izquierdo de esta portada se decora mediante cintas perladas y en el derecho aparece una cabeza mordiendo una hoja que ocupa casi la totalidad de la cesta, pudiendo relacionarse con otras piezas pertenecientes a templos del románico atlántico. El templo San Esteban de Aramil cuenta con ejemplares muy similares a estos dos capiteles. En el interior, la nave se cubre con techumbre de madera, y en los muros septentrional y meridional se perforaron dos saeteras, una de ellas oculta por la sacristía añadida al templo con posterioridad. El arco triunfal da acceso al crucero y a la cabecera actuales, aunque en origen comunicaba la nave con el ábside románico, que fue derribado a finales del siglo XVII. Se compone de tres arquivoltas semicirculares, protegidas por guardapolvo, que reposan en tres columnas acodilladas a cada lado y éstas últimas a su vez sobre plintos. La primera arquivolta se decora mediante varias series de zigzag y la segunda presenta tres molduras aboceladas en el lado interno, y en el externo una cenefa ornada con motivos vegetales. La tercera rosca no cuenta actualmente con ornamentación, aunque pudo estar decorada en origen. Uno de los capiteles del lado izquierdo muestra dos aves afrontadas, y en el contiguo se representan a la Virgen sosteniendo al Niño y a dos personajes con instrumentos musicales sobre un fondo de follaje. En el primer capitel de la derecha se disponen dos leones en actitud pasante, cuyos cuerpos se unen en el ángulo de la cesta en una sola cabeza, formando una composición que se repite en otros templos de la zona, como Valdebárcena, Narzana, Ceares y Puelles. Los demás capiteles del arco triunfal se decoran mediante máscaras, grandes hojas nervadas y volutas. En cuanto a los signos lapidarios, en Santa María de Lugás se hallan varias “M”, numerosas “P”, “B” y “S”, algunas “I” y una estrella. Estas marcas de cantero también se encuentran en numerosos templos de los valles del Caudal y de la zona de Villaviciosa, como Santa María de Valdediós, San Juan de Amandi, San Antolín de Sotiello y Santa Eulalia de Ujo. Es posible que la iglesia románica de Lugás sustituyera a otro edificio y que fuera construida por el monasterio de Valdediós, a principios del siglo XIII. Se aprecian en esta iglesia numerosos elementos que la relacionan con otras románicas de la zona de Villaviciosa, como San Esteban de Aramil, San Juan de Amandi y Santa María de Narzana, y también de los valles del Nalón y del Caudal, como San Esteban de Ciaño (Langreo) y Santa Eulalia de Ujo (Mieres), por lo que todos estos edificios pudieron haber sido construidos por el mismo taller. Es muy posible que el monasterio de Valdediós levantase también algunos de estos templos, por ejemplo, San Juan de Amandi y Santa Eulalia de Ujo, y, por otro lado, también hay que tener en cuenta que a este cenobio cisterciense estaban vinculados los patronos de San Esteban de Aramil (véanse los estudios monográficos de estos tres templos).
Imagenes relacionadas