La iglesia parroquial conserva dos fases constructivas claramente diferenciadas: una nave gótica de la segunda mitad del siglo XIII y una gran intervención de la segunda mitad del siglo XVI que levantó la cabecera, deteniéndose la obra por razones desconocidas en la nave, aunque las piedras de espera indican que en el proyecto se pensaba sustituir también el cuerpo del templo. A los pies de la nave, bajo arco abierto en el muro meridional, se conserva una pila bautismal de traza románica, con copa semiesférica de 103 cm de diámetro sobre tenante cilíndrico, con 79 cm de altura total. Se decora exteriormente la copa con finos gallones, mientras que al interior es avenerada. Su cronología es incierta, pues aunque responde a un tipo frecuente en las pilas de época románica no podemos descartar que sea contemporánea de la fase gótica del edificio.