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Pila bautismal

Identificador
40184_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 12' 17.36" , -3º 54' 50.88"
Idioma
Autor
Ignacio Hernández García de la Barrera
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santiago Apóstol

Localidad
Puebla de Pedraza
Municipio
Puebla de Pedraza
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SITUADA DENTRO DEL CASERÍO DEL NÚCLEO, en plaza despejada, de reciente remodelación, y sin construcciones adosadas, la actual fábrica del templo de Santiago muestra unas grandes dimensiones, fruto de sucesivas ampliaciones en su construcción, siendo este el motivo de lo alterado de su apariencia. Por los restos que se han conservado se supone que debió tratarse de un templo de nave única, con testero plano, acceso a mediodía y espadaña a los pies; estaba construida en mampostería mayoritariamente, con presencia de sillería en vanos, esquinales y cornisas. Al exterior se conserva la cornisa del muro septentrional con perfil de listel y nacela, un canecillo del mismo perfil y restos de lo que debió ser toda la serie, dispuesta a menor altura que la actual; en el campanario que hoy se ubica a los pies, construido en la segunda mitad del siglo XVI según consta epigráficamente, se mantienen aunque cegados dos arcos de medio punto semiocultos por la actual cubierta de la nave que debieron corresponder a una anterior espadaña e inciden en la idea de la menor altura del templo primigenio. Como ha venido siendo habitual, también en el flanco meridional se produjeron modificaciones, clausurando el espacio que contiene la portada dando lugar a una suerte de pórtico cegado. Esta portada, enrasada con el muro, se compone de un arco doblado de medio punto realizado en sillería, frente a la mampostería del resto del paramento. La rosca exterior del arco presenta perfil de arista viva, mientras que la interior luce un grueso bocel sin ornamentar en ambas caras, situándose en el codillo dispuesto entre ellas un baquetón de menor tamaño decorado con una cenefa de hojas de perfilada punta triangular y marcado nervio central, ocupando el resto de la superficie una trama geométrica. Apea este arco en jambas que repiten los perfiles de los arcos, careciendo de capiteles pero contando con unas piezas a modo de cimacios, donde se repite el motivo decorativo visto en el baquetón en la correspondiente al exterior, al tiempo que la interior alterna perfiles (listel, escocia y toro). Conserva este conjunto restos de policromía, que parece almagre. El interior del templo conserva una estructura que recuerda la que pudo tener en origen, si bien hoy enriquecida con gran número de elementos cultuales; nave única cubierta con armadura de par e hilera atirantada y cabecera recta con bóveda de medio cañón, comunicándose estos espacios por un arco de medio punto de gran luz sin ornamentar, al igual que sus apeos. Bajo el coro, una meritoria obra de madera hoy embadurnada de una pintura que no merece consideración, se conserva la pila bautismal del templo. Su vaso luce un perfil semiesférico rematado en la parte superior por la embocadura, de perfil ya recto; la decoración de la copa se compone de abultados gallones, 23, lisos, mientras que la cenefa lo hace con una serie de figuras, 27, donde predominan las cabezas humanas, masculinas y femeninas, pero donde también se puede distinguir un ave, junto a alguna pieza de difícil identificación. Las representaciones humanas resultan toscas y estereotipadas, apareciendo las masculinas con melena organizada en dos guedejas y las femeninas con barboquejo, recordando la talla vista en Sauquillo de Cabezas. Esta pieza tiene unas medidas de 107 cm x 79 cm y se dispone sobre un tenante de 18 cm decorado a su vez por un ondulante y enmarañado tallo triple. Corresponde esta pila al modelo decorado con cabecitas visto, por ejemplo, en Sebúlcor, Castroserna, Cabezuela o Castroserracín, dentro de esta misma diócesis o en Hontangas o Fuentelisendo, en jurisdicción burgalesa. Antes de terminar, sólo citar que en las cercanías de la localidad se conserva memoria de un despoblado donde se situaba la ermita de San Miguel; ubicada entre pinares y tierras de labor, de esta ya apenas queda nada más que la cimentación. Sirvan estas líneas para mantener de alguna manera esa memoria.