Su templo parroquial es un espacioso edificio de tres naves y cuatro tramos, levantado hacia los siglos XVII o XVIII, aunque empleando algunos sillares románicos como mampuesto, tal es el caso de una dovela abocelada que se puede ver en el interior de la cabecera u otra serie de sillares del mismo origen reutilizados en la torre, obra probablemente del siglo XVI. También es románica la pila bautismal, alojada en el baptisterio, un espacio cerrado con reja baja, habilitado a los pies de la nave de la epístola. Tallada en piedra caliza, con una altura total de 82 cm, tiene forma de copa, con pie cilíndrico liso y vaso hemisférico, de 113 cm de diámetro, decorado con bocel en la embocadura y una serie de diecisiete sencillos arcos de medio punto, en relieve, según un modelo bastante habitual en tierras burgalesas. Un cincho de hierro abraza la parte superior del vaso -seguramente para evitar su agrietamiento-, aunque ocupa el espacio de un listel que no sabemos si era liso o tal vez pudo estar decorado con algún motivo vegetal, como suele ser tan común.