En esta parroquia de modernísima arquitectura se conserva una antigua pila bautismal cuya procedencia desconocemos. Hecha en piedra caliza, su traza es sumamente rústica, contrastando con el ambiente de hormigón y ladrillo que le rodea. Tienen forma de copa, con una altura total de 96 cm. y un diámetro de 106 cm., con pie formado por una basa cilíndrica y cortísimo fuste sobre el que se dispone un vaso que quiere ser semiesférico, aunque su irregularidad evidencia claramente la absoluta falta de pericia por parte del escultor. El vaso es liso en el hueco y en el exterior muestra una serie de gallones convexos recorriendo toda la superficie, uno de los motivos más repetidos en las pilas tardorrománicas de todo el ámbito castellano, aunque con perduraciones también en época gótica. En este caso no podemos asegurar que se labrara en el período que nos ocupa, pero tampoco desecharlo.