Iglesia de Sant Bartomeu de Llaés

La iglesia de Sant Bartomeu se encuentra en el interior del recinto amurallado del castillo de Llaés, a unos 1000 m de altura, en el extremo occidental de la sierra de Milany. Para llegar hasta su ubicación hay que coger el camino que nace en las afueras de Santa Maria de Besora, que avanza circundando el montículo donde se asienta el castillo. El último tramo del camino se realiza a pie, subiendo por el sendero en zigzag de la fortificación.

La antigua parroquia de Sant Bartomeu se mantuvo desde sus orígenes dentro del término del castillo de Llaés, que se encontraba bajo el dominio del monasterio de Sant Joan de les Abadesses. Esta situación queda patente en las primeras noticias históricas conservadas del conjunto, que en el año 919 aparece ya relacionado con el citado cenobio. En el año 961, coincidiendo con las consagraciones de las vecinas iglesias de Vidrà, Vallfogona y Sora, el obispo Ató de Vic consagró el recientemente construido templo dedicado a san Bartolomé. El texto original del acta de consagración no se ha conservado, pero su contenido se conoce gracias a una copia del siglo xii conservada en el Archivo de la Corona de Aragón. En dicha consagración, el obispo Ató de Vic concede a la iglesia los tradicionales diezmos, primicias y oblaciones, además de decretar la autoridad del cenobio de Sant Joan de les Abadesses sobre ella. La abadesa Ranlo, que es mencionada como artífice de su construcción, otorga como dote el material litúrgico necesario para el correcto desarrollo del ministerio eclesiástico.

La construcción original perduró hasta el siglo xi, cuando fue reformada y consagrada de nuevo, esta vez por el obispo Oliba. También en el Archivo de la Corona de Aragón se conserva el texto de esta segunda acta de consagración, fechada en el año 1025, en el que se menciona como se había ampliado y reformado la antigua iglesia: Fuerat autem prefata ecclesia dubum ab Attone predecesore jam dicti Olibe presulis consecrata sed vetustate consumpta fideliumque voto funditus commutata majori opere celsitudinis est venerabiliter sublimata.

Después de los terremotos que asolaron la región durante la primera mitad del siglo xv, es muy probable que la iglesia resultara dañada. Por tanto, la actual apariencia del edificio corresponde a las reformas que fueron realizadas en época moderna para subsanar dichos desperfectos, no conservándose apenas rastro alguno de la edificación románica. Lo mismo puede decirse, por cierto, del recinto castral donde se encuentra el templo, cuyas dependencias conservadas son todas de época postmedieval.

La iglesia de Sant Bartomeu presenta una nave rectangular con un campanario adosado al muro sur de la construcción, bajo el cual se encuentra un pequeño baptisterio. El conjunto del templo parece obra de los siglos xvi y xvii, con un aparejo típico de las construcciones rurales de la zona. La ausencia de elementos arquitectónicos del siglo xi y el hecho de que en su interior las paredes se encuentran totalmente encaladas, es motivo de que no sea posible establecer hipótesis alguna sobre la estructura del templo románico. Únicamente un pedazo de muro situado al Este, detrás de la sacristía, presenta un aparejo que podría pertenecer a la construcción del siglo xi. En él se pueden distinguir sillares regulares, de pequeño tamaño y bien escuadrados, que por sus características parecen situarse en el estilo del primer románico catalán.

Talla de la Virgen  con el Niño

En el Museo Episcopal de Vic se conserva una pequeña talla románica de madera catalogada con el número de inventario MEV 4914, que representa a la Virgen María con el Niño, en su tipología de Sedes Sapientiae. La talla fue incorporada a la colección del museo en el año 1916, procedente directamente del mobiliario litúrgico conservado en Sant Bartomeu de Llaés. Comparando el estado actual de la pieza con algunas imágenes antiguas (que se conservan en el Archivo Mas de Barcelona), se puede observar que la imagen ha variado sensiblemente su estado de conservación: parece que ha perdido parte de su policromía, así como algunos elementos del trono, en particular el respaldo acabado en unos pomos rectangulares.

La talla presenta una composición totalmente frontal, donde una Madre de Dios totalmente hierática sirve de trono a Jesucristo. La Virgen viste una larga túnica azul que le llega hasta los pies, y encima lleva una casulla roja que se pliega en la falda en forma de V y que deja ver una franja decorativa en el cuello, de color azul. La cabeza va cubierta con un velo blanco, sobre el cual debía sostener una corona que actualmente ha desaparecido. La figura del Niño se encuentra parcialmente mutilada, no conservándose ninguno de sus brazos. Sobre la cabeza lleva una corona, quizás similar a la que originalmente llevaba la Virgen. La Madre de Dios está sentada en un trono amplio, con columnas en sus extremos adornadas con un anillo cada una y con un pomo circular en su extremo. La parte posterior de la talla ha sido vaciada para guardar reliquias en su interior, lo que indica su función de relicario. Por su tipología, la talla sigue un modelo formal vinculado al de la Virgen de Montserrat, y posiblemente fue realizada a finales del siglo xii.

Texto y fotos: Martí Beltrán González

Bibliografía

Castells Catalans, Els, 1967-1979, V, pp. 66-72; Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 345-351; Junyent i Subirà, E., 1945-1952a, p. 106; Ordeig i Mata, R., 1980, p. 161-162; Udina i Martorell, F., 1951, pp. 206-207, 217-218, 291-293, 297-298, 311-312, 465.