PALAU-SATOR

El municipio de Palau-sator se encuentra entre la llanura del desecado lago de Pals, el mar y los llanos de Torroella, protegidos por el macizo del Montgrí. La cabeza de municipio es el pueblo homónimo, presidido por un castillo de origen altomedieval con amplioas reformas góticas (la torre del castillo da nombre al municipio, “sa tor”), aunque el término incluye además los los núcleos de Sant Julià de Boada, Sant Feliu de Boada, Fontclara y Pantaleu. Tradicionalmente agrícolas y ganaderos, estos parajes se ha reconvertido en una cotizada zona de lujosas segundas residencias y establecimientos turísticos.

Palau-sator se halla a 9 km de la Bisbal y a 38 km de Girona. Para llegar podemos tomar la C-66, que pasa por la Bisbal y Peratallada, o bién dejar esta carretera y tomar la Gi-642 en La Pera, y luego girar en la rotonda de Serra de Daró en dirección a Ullastret y al propio Palau.

Iglesia de Sant Pere

La iglesia parroquial de Palau-sator se encuentra al sur del núcleo de la población, lejos del abrigo del castillo y, en su día, extramuros. Está documentada en el año 994, formando parte de las propiedades donadas por los condes Ramon Borrell y Ermessenda a la sede de Girona.

El edificio actual, bastante restaurado en 1943, debió sustituir a una fábrica prerrománica anterior, que sería la mencionada en la donación condal. Es una estructura sencilla, de nave única cubierta con bóveda de cañón apuntado, y cerrada a oriente por un ábside semicircular. Toda la iglesia fue sobrealzada en el siglo xvii, cuando se le añadieron también varias capillas laterales y una sacristía. La fachada occidental también debió ser modificada, construyéndose el actual acceso con un doble arco adovelado y en degradación, así como la espadaña superior y el esconjurandero que hay a su lado.

No parecen tampoco originales ni la gran ventana que hay encima de la portada, ni el resto de aberturas situadas en los cuerpos añadidos en época barroca. Quizás lo sea, en cambio, la ventana del ábside, de doble derrame y coronada por un arco de medio punto monolítico. En el interior, un arco triunfal apuntado separa nave y ábside, cuyas cubiertas son ambas igualmente apuntadas, y se conservan completamente encaladas;  hay una pequeña abertura, bastante extraña (en forma de cruz), encima del vértice de dicho arco triunfal, en un pequeño paño de muro cuyo aparejo, románico, sí se ha dejado a la vista. El coro elevado de la zona de los pies responde también, desde luego, a las reformas del siglo xvii.

El aparejo del exterior se deja ver sólo en las partes en que el revoque se ha ido desconchando, descubriéndose la mampostería con que se construyeron los muros. Se diría que la iglesia fue construida entre finales de siglo xii y comienzos del siglo xiii.

Texto y foto: Consuelo Vila Martí.

Bibliografía

Badia i Homs, J., 1977-1981 I, pp. 261-63; Catalunya Romànica, 1984-1998, VIII, pp. 232-233.