Sant Cristòfol de Ventolà
Iglesia de Sant Cristòfol de Ventolà
La iglesia parroquial de Sant Cristòfol se encuentra en el agregado de Ventolà, pequeño núcleo habitado en las inmediaciones de Ribes de Freser, a unos 1.385 m de altura. Para llegar hasta su ubicación, partiendo de Ribes, se debe tomar primero la carretera N-152 en dirección a Puigcerdà, y al cabo de unos pocos kms desviarse por la GIV-5218 que lleva directamente al pueblo. El templo dedicado a san Cristóbal se encuentra en el núcleo de la población, en la cima de un pequeño montículo.
El lugar de Ventolà aparece por vez primera en un precepto del rey Lotario, en el año 982, donde menciona, entre sus posesiones, in Ventolano, casas et terras, vineas. Las primeras noticias relativas a la iglesia aparecen a finales del siglo xiii, aunque el templo debía existir desde mucho tiempo atrás. A partir del siglo xiv hay abundancia de noticias referentes a este templo perteneciente a la diócesis de Urgell, que mantiene la parroquialidad hasta el día de hoy. Entre los años 1975 y 1984 la iglesia fue restaurada por el Servicio de Conservación de Monumentos de la Diputación de Girona. Durante las obras de restauración se suprimieron unas capillas laterales que habían sido añadidas en la fachada sur del templo, así como una ventana absidal de época moderna. Por el contrario, se añadió un atrio de madera en el muro meridional, y se sobrealzó el muro hastial de levante.
El templo de Sant Cristòfol de Ventolà consta de una larga nave cubierta con bóveda de cañón y reforzada por tres arcos fajones. En su cabecera presenta un ábside semicircular orientado hacia levante, en el cual se abre una ventana de medio punto con doble derrame. En la fachada sur se encuentra la puerta de entrada, de arco de medio punto formado por grandes dovelas, así como otra ventana de similares características a la del ábside. Sobre la fachada occidental se levanta un pequeño campanario de planta cuadrada; con un piso de altura, presenta una ventana apuntada en cada una de sus caras. En su interior, el ábside está delimitado por dos arcos de medio punto degradados, así como la habitual bóveda de cuarto de esfera. Después de la restauración es difícil distinguir las partes pertenecientes al templo original, aunque la parte menos retocada parece ser la parte de levante de la nave. El aparejo que se observa no está muy bien pulido y es bastante desigual, típico de las iglesias rurales de la zona de finales del siglo xii.
Texto y fotos: Martí Beltrán González – Planos: Conchita Ruiz Terradillas
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 202-203.