Sant Estèue de Tredòs
NAUT ARAN
Iglesia de Sant Estèue de Tredòs
La iglesia se alza al suroeste de Tredòs, sobre una llanura a 1320 m de altitud, sin construcción alguna a su alrededor, y puede visualizarse desde cualquier punto de la población. Se llega a ella por el desvío de la carretera C-28 en el kilómetro 34, que se adentra hasta el centro de la localidad. Se sigue por la calle Major, se toma el puente que cruza el río Garona, que da a la calle de Sant Estèue desde donde arranca un camino de montaña (señalizado como Camí de Sant Esteve), ascendente en todo momento y que debe realizarse a pie, que conduce hasta la iglesia.
Tal y como atestiguan algunas fuentes orales y arqueológicas, la necrópolis de la iglesia estaría formada por tumbas de cista. Destruida por motivos que se desconocen, se situaría en la explanada de la cara norte, frente a la puerta.
Este templo, cuyo origen se remontaría a época románica, presenta planta de nave única rematada por una cabecera cuadrangular moderna, que habría sustituido al ábside semicircular románico primigenio, del cual se conservan ciertos vestigios: dos arquillos ciegos comprendidos entre lesenas, labrados sobre bloques de piedra toba. El paralelismo con otros ábsides del primer románico en el valle de Aran es evidente, tanto por el tipo ornamentación como por el material utilizado. Sin embargo, en esta capilla se evidencian dos particularidades: la decoración está desprovista del friso de dientes de sierra y el número de arquillos entre lesenas es solamente de dos, cuando normalmente las series de arcos son más numerosas. Estas peculiares característica solamente se dan en otra iglesia ubicada en la misma población: en Santa Maria de Cap d’Aran. Esta singular semejanza permitiría situar su origen en el siglo xi, coetánea a la primera fase de construcción de la vecina Cap d’Aran.
El aparejo de época románica, que se extendería mayoritariamente por los muros septentrional y meridional, está formado por bloques generalmente medianos, rectangulares, aunque torpemente labrados, con los cantos apenas trabajados y sin pulir, y distribuidos en hiladas que tienden a la horizontalidad, pero que acaban por desordenarse. La parte occidental resulta ser la más alterada, pues parece ser fruto de una reforma de época moderna.
En el ángulo noroccidental se halla la espadaña, una excepcional estructura construida en un muro exento a la nave, como si de un contrafuerte se tratase. La parte superior del muro es de menor grosor, en el que las campanas se alojan en dos arcos geminados de medio punto, adovelados y separados por un estrecho bloque monolítico que actúa de columna. Toda la estructura se halla rematada por un tejado de doble vertiente. Se descarta el origen románico de la parte inferior, dada su excepcionalidad estructural y posición. En las iglesias coetáneas de nave única, la espadaña se situaría rematando el muro occidental, como en Sant Fabian de Arres. No obstante, la parte superior podría tratarse de un reaprovechamiento de la original.
El sistema de cubiertas de la nave, de época reciente, consiste en un entramado de madera de doble vertiente. A partir del presbiterio y hasta el extremo oriental, se optó por otra techumbre de madera, más baja, hecha a modo de baldaquino apoyado en cuatro columnillas. Desconocemos cómo sería la cubierta original, aunque no se debe descartar que también fuese de madera, puesto que la parte superior de los muros no presentan indicios de los arranques de la bóveda. Además, este tipo de planta de nave única, de muros altos y techumbre de madera, recordaría a Sant Pèir de Escunhau, cuya primera fase de construcción ‒siglo xi‒ presentaría características similares. La iglesia está cubierta con un tejado de doble vertiente de pizarra, en cuyos extremos se ha aplicado la fórmula del penau, esto es, el escalonamiento del tejado en sus extremos, solución propia de la arquitectura tradicional aranesa.
El acceso al interior del templo se efectúa por una sencilla puerta en el extremo occidental de la fachada septentrional. Su aspecto actual remite a un origen gótico o incluso renacentista, tanto por su arco apuntado como por sus dovelas, grandes bloques de piedra cuyas aristas se han transformado en una tercera cara. Se ha planteado la posibilidad de que estuviese precedida por un atrio, pues se documentaron vestigios de éste, actualmente inexistentes. Asimismo, es plausible que la portada original estuviese provista de columnas, como lo atestigua la existencia de una basa reutilizada en la actual pila benditera. Además, algunos estudios apuntan a que los elementos pétreos conservados en la cripta de la vecina Santa Maria de Cap d’Aran (capiteles y fragmentos de fustes) debían de proceder de esta iglesia menor.
Pila benditera
La actual pila benditera se encuentra a mano derecha de la puerta de entrada, encastada en la propia jamba y se compone de dos partes. La superior funciona como cubeta, de 23 cm de altura, con forma de pirámide invertida y rematada por una especie de plinto, en la parte superior. La inferior (29 cm) actúa como soporte –a pesar de hallarse encastada– y resulta de la reutilización de una basa de columna, formada por un plinto y dos toros.
Pila/receptáculo
En la esquina sureste del ábside, se encuentra una pila que debió de servir como receptáculo (de aceite o grano). Se trata de una pieza rectangular, de unos 50 cm de alto y 103 de largo, actualmente cubierta por una tapa de madera. Íntegramente encalada, no se perciben elementos ornamentales en su superficie. No se puede asegurar que sea de periodo románico.
Altar mayor
El altar mayor aun conserva el ara románica, rectangular, fragmentada en una de las esquinas y cuya parte inferior es de forma troncocónica. Se halla soportado por dos columnas cilíndricas, desprovistas de pie, y un bloque de granito actual en la parte trasera.
La cronología de Sant Estèue, modesta capilla de factura popular, podría situarse a partir de la segunda mitad del siglo xi, a juzgar por los citados paralelismos con Santa Maria de Cap d’Aran (decoración absidal) y Sant Pèir de Escunhau (altura de la nave y tipo de cubierta). Nos hallaríamos, pues, ante una de las iglesias del primer románico aranés, aunque distaría ligeramente de sus contemporáneas de Arres, Arró y Vilamòs.
Texto y fotos: Carla del Valle
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 401-402; García Hernando, G. M. y Estany i Morros, I., 1997, p. 267; Garland, E., 2012, p. 91; Sarrate i Forga, J., 1975, s/n; Vilarrubias i Cuadras, D., 2013, p. 14.