Castell de Gavarra
COLL DE NARGÓ
Castillo de Gavarra
En el kilómetro 24 de la carretera L-511 arranca un camino que conduce a Gavarra, cuyo castillo se encuentra en lo alto de la población.
En 1046 aparece por primera vez mencionado el castro Gavarra en la documentación. Arnau Mir de Tost, que poseía en feudo del conde de Urgell el término de Gavarra, lo legó a su nieto Guerau Ponç en 1071. A finales de dicha centuria, algunos bienes del castillo –como un alodio donado en 1088 por Gombau Bernat– fueron donados al obispado de La Seu d’Urgell, el cual, finalmente, adquirió el castillo y lo retuvo hasta el siglo xix.
La irregular planta de esta fortaleza queda determinada por su adaptación al macizo rocoso en el que se asienta. Sus muros alcanzan unos 8 m, salvo en el lado norte, donde mide unos 5 m, y presentan un grosor de 1 m en su parte inferior. Se ha planteado que, por debajo de las dos plantas en las que se estructuraría interiormente, tendría, posiblemente, un subterráneo al nivel del suelo. Cuenta con dos puertas, una en el lado occidental y otra en el sur. En su fachada septentrional se abren seis aspilleras, tres en cada piso. Dos ventanas perforan el flanco oriental, una, adintelada, de pequeñas dimensiones, y, sobre ella una cuadrangular, que fue añadida con posterioridad, quizás, a juzgar por las huellas que se observan en el paramento, adaptando una puerta en altura.
Se ha planteado la posibilidad de que se tratara de una casa fuerte vinculada a algún caballero que controlara el territorio circundante, y que podría haber sido construida en el siglo xi o a inicios del xii.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina - Foto: Fernando Arnó García de la Berrera
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1984-1985b, pp. 170; Baraut i Obiols, C., 1986-1987, pp. 50-51 y 58-59; Castells Catalans, Els, VI (2), 1979, pp. 1245-1246; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 195-196.