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Estelas romanas empotradas en los muros de la ermita

Identificador
31150_01_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Alberto Aceldegui Apesteguía
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de Nuestra Señora de Andino

Localidad
Mendigorría
Municipio
Mendigorría
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE ANDIÓN tiene un origen medieval que situaría, cronológicamente, la fase constructiva que nos interesa en el siglo XII, a partir de una edificación previa (de la que quedan fragmentos de muros de enormes sillares). De esa fábrica románica tan solo nos queda una sencilla portada en el actual muro de la epístola. Fue totalmente reformada en el siglo XVII, cuando también se añadió al lado de la epístola una gran casa para uso de ermitaños y de la gran cofradía que poseía el santuario, de tal manera que la portada quedó literalmente encajada entre el muro de esta vivienda y el reformado de la ermita. Hoy día la portada está dentro de un jardincillo con un alto muro, lo que dificulta su visión. Llama la atención la reutilización, como simples sillares, de algunas piedras con inscripciones romanas en el muro del evangelio de la ermita y en su torre. Si nos centramos en la portada, apreciamos que se trata de un vano de medio punto abocinado, compuesto de tres sencillas arquivoltas lisas de arista viva. En la arquivolta exterior están los elementos más reseñables de la portada, se trata de marcas de cantero con formas circulares con apéndice saliente que se cuentan en número de cuatro. Su forma nos recuerda a las utilizadas en diversas construcciones del pleno románico, empezando por la cabecera de la catedral de Pamplona. Igualmente se pueden comparar con algunas de las que aparecen en la zona exterior del ábside de la Basílica de Rocamador de Estella, aunque en aquel caso son más pequeñas y, por supuesto, no tan visibles. Dichas marcas están acompañadas por un grafito muy erosionado conformado por círculos concéntricos y cruces, que también encontramos en otras portadas románicas navarras (San Miguel de Estella, por ejemplo).