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Esculturas de una de las columnas del ábside

Identificador
09228_03_006
Tipo
Fecha
Cobertura
42º 11' 14.41'' , - 3º 53' 54.93''
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de Nuestra Señora de Villacisla

Localidad
Presencio
Municipio
Presencio
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
VILLACISLA ES UN DESPOBLADO que actualmente se encuentra en el término municipal de Presencio, a unos 6 km al este de esta localidad siguiendo un camino comarcal. Existen menciones sobre este lugar que datan del 17 de julio de 1193, momento en el que el maestre de la Orden de Calatrava, don Nuño, vende al monasterio de Las Huelgas la heredad de San Millán de Perros. Entre los testigos de este documento aparece un vecino de Villacisla y el propio concejo de esta villa. En el Libro Becerro de las Behetrías se cita a este lugar dentro de la merindad de Candemuñó. La actual ermita de primitiva iglesia del pueblo del mismo nombre, es de origen románico y se levantó en cuidada sillería caliza en dos fases diferentes: en un primer momento el testero y en otro la nave como podemos apreciar claramente al hacer la lectura de los muros. La cabecera es semicircular con un tramo presbiterial recto. Hacia el exterior está dividida en cinco paños por haces de triple columna adosados al muro que se levantan sobre podio, similares a los que encontramos en la zona de La Bureba, conservando una de ellas sendas esculturas de San Pedro y San Pablo. En cada tramo de la cabecera se inscribe un arco de medio punto recorrido a media altura por una moldura de bocel. Actualmente, algunos de ellos están parcialmente desaparecidos debido a los contrafuertes que se añadieron en épocas posteriores con el objeto de contrarrestar el peso de la antigua bóveda del interior que en algún momento debió presentar serios problemas de estabilidad provocados probablemente por la ubicación de la cabecera en ligera pendiente. Del mismo momento puede ser la ventana que se abrió en uno de los paños, cegándose las que estaban abiertas en el tramo presbiterial y de las cuales podemos apreciar las trazas, lo mismo que la del centro del testero de la que aún quedan restos a pesar de estar parcialmente tapada por uno de los contrafuertes. La cornisa es biselada y se apoya en una serie de canecillos en forma de proa de nave, idénticos a los que rematan el tramo presbiterial y el paramento septentrional de la nave, a excepción de uno que es zoomorfo. En el hastial occidental se conservan unos pequeños arquillos apuntados con decoración de ajedrezado en las molduras que posiblemente pertenecieron a una ventana ajimezada hoy cegada, aunque en el interior no se aprecian restos de dicho vano. El muro meridional está cubierto en la actualidad por un pórtico más moderno que al construirse eliminó toda la hilera de canecillos que sostenían la cornisa, aunque todavía se aprecian algunos que guardan estrecha relación en sus formas con los de la cabecera y el muro norte, excepto uno que presenta un sencillo mascarón. La portada se abre en este mismo paramento y está formada por un arco de entrada ligeramente apuntado y cuatro arquivoltas que se apoyan sobre un cimacio liso corrido que descansa sobre columnas elevadas sobre podio. Éstas tienen unos capiteles muy sencillos que se decoran con formas geométricas y vegetales. Estuvo cubierta por un primitivo sotechado o pórtico del que se conservan los canzorros donde se apoyaba. Encima de la portada, en la parte alta del muro, pervive una celosía prerrománica con una gran roseta calada en el centro y otras menores a los lados talladas en bajorrelieve. En el tramo presbiterial sur se conserva la ventana apuntada y algunos canecillos en forma de proa de nave. La cuidada arquitectura de este templo se pone claramente de manifiesto en las aristas del codillo formado por la nave y el presbiterio que presentan una moldura de bocel. En el interior, la nave de la que consta la iglesia tiene cubierta plana, mientras que la cabecera semicircular se cubre con bóveda de crucería de época posterior a la fábrica románica. A esta última se accede a través de un arco triunfal de medio punto y está recorrida en la parte inferior por un banco de piedra que se remata con una moldura de bocel en la arista. En los muros del tramo presbiterial se disponen dobles arquerías ciegas de medio punto que descansan sobre columnillas rematadas en capiteles ricamente decorados. Los del lado de la epístola tienen cimacios con tallos ondulantes ramificados y cestas decoradas con hojas, salvo el del centro que muestra dos aves de largos cuellos entrelazados que se pican las patas. Los del lado del evangelio también tienen cimacios con decoración vegetal lo mismo que la cesta central, mientras que la de la derecha exhibe una cabeza monstruosa que engulle una bola y la de la izquierda una máscara antropomorfa. Sobre las arquerías del evangelio se dispone un arco de medio punto ciego que descansa sobre dos columnillas con capiteles de formas vegetales. Éste hacía pendant con la ventana que se abría en el lado contrario que fue tapiada cuando se construyó el pórtico moderno. En el tramo semicircular del testero se abrió otra ventana, también cegada en la actualidad, que tiene un arco de medio punto rematado con moldura de bocel apoyada en cimacios con decoración de entrelazos y capiteles vegetales. En resumen, hay que señalar que nos hallamos ante uno de los edificio románicos más interesantes de la zona que podemos fechar, teniendo en cuenta tanto su estructura arquitectónica como la decoración escultórica de sus capiteles, en los años finales del siglo XII.