Identificador
49000_0951
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 29' 37.31'' , -5º 45' 14.40''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Zamora
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
PRESIDE ESTA IGLESIA DE SAN FRONTIS la plaza y arrabal de su nombre, situado extra pontem, en las inmediaciones del Puente Viejo y sobre la margen izquierda del Duero. El templo fue fundado, en los años primeros del siglo XIII, por un canónigo de origen franco, Aldovino de Périgord, cuyo epitafio se conserva en el muro de la actual nave meridional y cuya transcripción, según Gutiérrez Álvarez, es la siguiente: P(ER) Q(U)E(M) FUNDAT(US) LOC(US) E(ST) / IACET HIC TVMVLAT(VS) P E/T(RO)GORIS NAT(VS) ALDOVIN(V S)Q(UE) / VOCAT(VS), MORIB(VS) ORNAT(VS) FA/MA VITAQ(VE) P(RO)BAT(VS) Q(V)I OBIIT / VLTIMA DIE IUNII E(RA) M CC / L III, es decir, “Aquí yace enterrado quien fundó este lugar, nacido en el Périgord y llamado Aldovino, alabado por sus cualidades, apreciado por su buena fama y por su vida, que murió en el último día del mes de junio del año de la era de 1253 (año 1215)”. La procedencia aquitana del fundador explica la advocación a san Frontis, patrono de Périgueux, y re f renda la importancia del contingente del sudoeste de Francia en la repoblación de Zamora, como señala Represa. Aldovino aparece en la documentación de la catedral de Zamora desde 1182 y parece que junto al templo mandó construir una alberguería, pues en un documento de 1242 se hace alusión a ella. Exteriormente la imagen del templo, muy alterada por reformas y añadidos modernos, deja ver parcialmente su ábside poligonal levantado en sillería de piedra local y reforzado con contrafuertes en los ángulos que alcanzan hasta media altura, rematándose en pronunciado talud. En el paño central se abre una ventana rasgada con doble derrame y en el meridional otra saetera, a diferente altura y menos desarrollada. Soporta la recrecida cornisa de nacela una hilera de canes del mismo perfil, junto a otros lisos, de proa de nave y decorados. Entre estos últimos destacan dos con sendos falos, y otros con máscaras humanas y prótomos de animales, de somera y poco cuidada talla. Interiormente, el templo consta hoy día de dos naves, siendo la principal la meridional, levantada en mampostería, de nave cerrada con bóveda de cañón rebajado y rematada por una cabecera cuadrada cupulada. Esta nave, a la que se añadieron por el sur diversas estancias, es obra de principios del siglo XVII y recupera la portada primitiva, de arco apuntado. A la obra tardorrománica corresponde exclusivamente la cabecera de planta poligonal, con presbiterio y ábside semihexagonal, en cuyos ángulos se adosaron cuatro semicolumnas de capiteles lisos que recogerían los nervios de la primitiva bóveda, de traza gótica como todo el conjunto, aunque la actual es obra del siglo XIX. Las basas de estas columnas se molduran con dos toros, sin escocia, que apoyan en un breve plinto poligonal. El amplio tramo recto de esta capilla se marca con una semicolumna adosada al muro norte, cuyo capitel presenta somera decoración de reticulado y cimacio de nacela y filete. Da paso a la cabecera un arco apuntado y doblado de aristas achaflanadas y aspecto netamente gótico, como gótica es la pila bautismal de copa decorada con gallones tumbados y florones en la embocadura, sobre basa de toro con lengüetas. La nave norte, cubierta con un cielo raso moderno, parece obra rehecha en mampostería, de cronología imprecisa y notablemente descentrada respecto a la cabecera. Aunque no podemos compartir la opinión de Gómez-Moreno, quien consideraba la nave de la epístola como la parte más antigua, “con capilla y nave sencillísimas” y agregada la norte, resultaría más propio considerar las estructuras conservadas como obra de un gótico temprano, que sólo mantiene una cierta tradición anterior en la decoración de los canecillos. Por su interés, reproducimos a continuación, y aunque excede el marco cronológico de este trabajo, el texto de una lápida que se situó en el interior del templo de San Frontis, junto al epitafio del fundador: EN LA NOCHE DEL 29 AL 30 DE DICIEMBRE DE 1860 CRECIÓ / EL DUERO HASTA EL PUNTO QUE SEÑALA ESTA LÁPIDA. JAMÁS / SE HABÍA CONOCIDO IGUAL AVENIDA; ESCEDIÓ VARA Y MEDIA / EN ALTURA A LAS QUE HABÍA MEMORIA EN 1592, Y 1739. / QUEDÓ INUNDADA TODA LA PARTE BAJA DE ZAMORA Y / LOS ARRABALES. EL PRIMERO DE ENERO DE 1861 SE CON/TABAN 704 CASAS ARRUINADAS: EN OLIVARES 115, EN STO. / TOMÁS 150 : EN SN LEONARDO Y LA ORTA 170 : EN STA LUCÍA / 121 : EN LOS CAVAÑALES 65 : EN PINILLA 21 : EN SN FRONTIS / 32 : ACEÑAS Y HUERTAS 30. QUEDÓ IGUALMENTE INUN/DADO EL CONVENTO DE LAS DUEÑAS, ARRUINADAS LAS / CERCAS, Y LAS RELIGIOSAS SE VIERON OBLIGADAS A / SALIR A ESTE ARRABAL. PERO ENTRE TANTA / DESOLACIÓN, A DIOS GRACIAS, NO OCURRIÓ NINGUNA / DESGRACIA PERSONAL. SN FRONTIS 20 DE ENERO / DE 1861.