LA IGLESIA PARROQUIAL de Medinilla de la Dehesa constituye un caso singular dentro del románico de la provincia, pues muestra en su fábrica una alternancia de piedra y ladrillo poco usual en estas latitudes, excepción hecha de la torre de Arcos de la Llana. Se trata de una sencilla construcción formada por un ábside semicircular precedido de tramo recto y una nave con torre a los pies, añadiéndose en época más moderna la sacristía y una dependencia de dos alturas cuyo uso desconocemos. Todo el edificio se levantó en un aparejo de mampostería caliza, reservándose el ladrillo para los vanos, los aleros y la cubierta de la capilla mayor. En el tambor absidal se abren tres ventanas formadas por una estrecha aspillera cobijada por un arco tumido, mientras que en el lado sur del presbiterio se abría otra enmarcada por un friso de esquinillas, transformada posteriormente al igual que una del ábside. Se remata la cabecera con una cornisa de ladrillo -originalmente enfoscada- decorada con una serie de canecillos del mismo material. La nave, por su parte, muestra tres campañas constructivas claramente diferenciables. A la más antigua corresponde la mayor parte de la caja de muros, hasta la altura marcada por algunos canecillos que todavía se conservan en su primitivo emplazamiento. Hacia finales del siglo XV o comienzos del XVI, se recrecieron sus muros hasta la altura actual, aprovechando las piezas de la cornisa original y gran parte de los antiguos canes. En esos momentos se reconstruyó el arco triunfal y se añadió el contrafuerte meridional. Es posible que también entonces se practicase la portada actual al tiempo que se cegaban las dos originales que se disponían en los lados norte y sur. Se conserva en parte la septentrional, formada por tres arquivoltas de ladrillo ligeramente apuntadas enmarcadas por un alfiz. En el interior, la cabecera se cubre con bóveda de horn o en el ábside y de cañón en el presbiterio, ambas de ladrillo al igual que el arco de triple rosca que las separa y la imposta de la que arrancan. Por las características constructivas descritas, el trazado de los vanos y los elementos ornamentales utilizados, pensamos que se trata de una iglesia tardía, erigida en torno al primer cuarto del siglo XIII. Del mobiliario litúrgico de esa época sólo se ha conservado una pila bautismal formada por una copa lisa y una basa de grueso toro con grotescas cabezas antropomorfas en las esquinas.