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Detalle exterior de encuentro de muros entre cabecera-muro norte y capilla

Identificador
31448_04_016
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Julia Baldó Alcoz
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Pedro

Localidad
Ozcoidi
Municipio
Urraul Alto
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
ESTE EDIFICIO se encuentra situado en el centro de la población, junto a la carretera de acceso a la localidad y rodeado de diferentes construcciones. El exterior del templo, con fábrica de sillar que combina distintas medidas, manifiesta las diferentes remodelaciones que ha sufrido a lo largo del tiempo y presenta revoques de cemento entre los bloques, fruto de una restauración efectuada hace algunos años por los propios vecinos. El muro sur, donde se ubica la fachada muestra un aparejo regular y homogéneo, salvo en la zona de los pies, al Oeste, en la que se observa un añadido posterior que se efectuó posiblemente al levantar la torre. Ésta, de planta rectangular, también debió de construirse en dos etapas, a tenor de las diferencias de piedra entre su parte superior y los ángulos sudocciental y noroccidental, en los cuales se embutieron sendos contrafuertes que llegan hasta el tejado. En su parte alta, el cuerpo de campanas se asoma a los frentes este y sur mediante un arco de medio punto, mientras que en el occidental, la galería arcada es doble (aunque actualmente se halla cegada); al Norte se abre un pequeño vano cuadrangular. En el frente meridional también se encuentra un pórtico moderno de pequeñas dimensiones, construido entre dos contrafuertes y que apea en dos pilares cuadragulares. En algún momento sustituyó a otro anterior, ubicado en un nivel más elevado, según se ve a través de los restos que jalonan el muro sobre la entrada. Tres contrafuertes exentos (de 79 cm de frente por 85 cm de fondo) marcan los apeos de las bóvedas interiores y se elevan hasta el nivel del tejado, con un remate en pendiente característico de la primera mitad del siglo XIII. Una hilera de canes convexos lisos soporta la cornisa, tanto en la fachada meridional como en la septentrional. La cabecera, recta, no cuenta con ninguna ventana, algo inusual en el románico navarro pero que también se observa en Santa María de Cilveti, lo que podría hacer dudar de su cronología. Existe una ventana en el muro meridional, de apertura tardía, destinada a iluminar el retablo. En el muro norte se añadieron tres dependencias a la estructura original. En primer lugar, una pequeña estancia cuadrada que absorbe en su fábrica uno de los contrafuertes del lado norte y aloja una pequeña capilla desde la que se accede a la sacristía. A continuación, ésta, de planta rectangular, sobresale ligeramente con respecto a la primera, y recibe luz desde una pequeña ventana lateral rectangular. Y, finalmente, en un espacio de menores dimensiones con relación a los otros dos volúmenes, se halla la escalera de acceso al coro, que cuenta con un diminuto vano de iluminación. El frente occidental se halla oculto debido a una construcción añadida, antigua vivienda propiedad de la Iglesia, denominada Casa Abadía, que podría ser la morada del rector o párroco de la localidad. En cuanto a las ventanas que se pueden observar en los muros, es necesario hacer un somero recuento. En el frente meridional existen dos, una en el tramo occidental, a la altura del coro, y otra hacia la cabecera, destacando ambas por ser muy estrechas y de forma rectangular. En el frente septentrional se aprecia otra más, en un lateral de la sacristía, de época posterior y de mayor tamaño. A las cuales se suman tres pequeñas oquedades cuadrangulares que se disponen de forma paralela en el muro testero. Finalmente, en el muro sur y entre los dos contrafuertes más occidentales, se abre la portada de ingreso a la iglesia (1,21 m de vano y 40 cm de fondo). Es muy simple y está compuesta por dos arquivoltas de medio punto que apean en impostas lisas y pies derechos. Con respecto al interior, debe indicarse que también ha sido restaurado, en parte, por los propios vecinos (saneamiento de paredes y bóvedas y sustitución del antiguo suelo de tarima por baldosa cerámica). La planta, rectangular (11,59 m de largura por 4,64 m de anchura), está articulada en tres tramos de desigual longitud. El más amplio es el que se corresponde con la cabecera, recta, que abarca casi la mitad de la nave, mientras que el más reducido es el del coro. Estas secciones coinciden al exterior con los contrafuertes ya citados y están marcadas por dos arcos fajones apuntados que apean en cimacios lisos (coincidentes con la línea de imposta que recorre los muros norte y sur) y ménsulas trilobuladas al Norte y bilobuladas al Sur. Todos estos elementos configuran la estructura de la bóveda, de cañón apuntada, que cubre el tramo central y la cabecera. El coro recibe un cielo raso de madera que actualmente se encuentra en muy mal estado de conservación, debido a las goteras. Los vanos al interior son los mismos que se han descrito al exterior, debiendo mencionarse los dos de la nave, en el muro meridional, como los más importantes (uno en el tramo de la cabecera abocinada, y con remate semicircular, y otro en el nivel del coro rectangular). En cuanto a su estructura, sobresale al Norte una capilla de planta cuadrada, cubierta con bóveda de cañón que se abre a la nave a través de un arco de medio punto y desde la cual se accede a la sacristía a través de una puerta lateral. A los pies del templo, se alza un coro de madera con balaustrada de carácter muy sencillo. Este edificio, dadas las características de los elementos que lo componen, y especialmente debido a la tipología de ménsulas que sostienen la bóveda y la configuración de la ventana del presbiterio, puede ser datado en torno al año 1200 y encuadrarse dentro de un románico rural tardío, al igual que otras iglesias de planta rectangular, como las de Ayechu y Olcoz, según lo aseguraban Uranga-Íñiguez, que, sin embargo, adelantaban la fecha de su fábrica a la segunda mitad del siglo XII. Finalmente, y en cuanto a piezas de arte mueble medieval, debe destacarse la presencia de una pila bautismal de gran calidad en el ángulo noroccidental del sotocoro. Su taza, semicircular, responde a unas medidas de 75 cm de diámetro por 35 cm de altura y está formada por una sucesión de arcos rebajados, distribuidos en dos niveles que apoyan sobre pilares. La arquería inferior es lisa, sin presentar ningún otro motivo ornamental. Mientras que la superior sí acoge, en el frente despejado de la pared, una sucesión de estrellas o flores de seis puntas o pétalos. En el borde de la copa, compuesto por una moldura lisa rehundida, se cincela una hilera de pequeñas bolas. El conjunto apea en un grueso fuste liso cilíndrico (32 cm de altura) que concluye en una basa circular rematada en su línea exterior por cuatro lengüetas. Este modelo formaría parte de una tipología de pilas bautismales con decoración de arquerías entre las que se podrían citar las de Grez, Oscáriz o Najurieta, así como las de Reta, Zuazu, Lerruz, Idoate, Cemboráin o Alzórriz. Al igual que las restantes pilas de este grupo, podría ser datada a comienzos del siglo XIII. La imagen mariana que fue titular de esta parroquia, datada en el segundo tercio del siglo XIII, se conserva en el Museo Diocesano de Pamplona.