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Detalle de la composición apuntada de las arquerías del lado izquierdo de la portada sur

Identificador
31160_01_021
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Javier Martínez de Aguirre
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Olloqui / Olloki
Municipio
Orcoyen / Orkoien
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Descripción
EN LO ALTO DE UNA COLINA se alza la parroquia de San Miguel, prácticamente el único edificio histórico que se conserva, obra del siglo XVI que sustituyó a otra medieval de la que aprovechó algunos restos. En efecto, la imponente fábrica renacentista se alza majestuosa con sus formas cúbicas, enriquecida por el esbelto pórtico del XVIII, de arcadas y columnas dóricas. Para nuestro interés, la nueva edificación reutilizó de la construcción primera parte de los muros septentrional y occidental, con su saetera en arco, y la portada. El distinto aparejo que se observa en el tramo de los pies, menudo e irregular, hace pensar en una fábrica antigua, que por la portada habría que situar en los primeros años del siglo XIII. Ésta se abre al Sur y está formada por una composición apuntada que se despliega en tres arquivoltas con bocel entre mediacañas y chambrana, que van suavizando el apuntamiento hasta culminar en remate parabólico. Las columnas, muy esbeltas, se alzan sobre pedestal corrido, con sus basas de toro muy amplio y collarino, además de capiteles y cimacios en el remate. La decoración, toda vegetal y mal conservada por el tipo de piedra, se concentra en estos dos elementos, en concreto, en los capiteles la secuencia es la siguiente: los exteriores están sin labra y obedecen a una reposición moderna; los centrales dibujan hojas grandes festoneadas, con las superiores rizadas y cabeza en la esquina; y los interiores otros tipos de hojas, combinando semipalmas invertidas de remate en bola, con otras hendidas en espátula con remate hendido de doble curvatura. Por su parte, los cimacios alternan roleos entrelazados, roleos con grandes frutos y palmetas inscritas, conforme a dos patrones diferentes. El repertorio supone una perduración de elementos propios del románico pleno, con alguna inclusión del tardorrománico, de acuerdo con una combinación que alcanzó gran difusión en la Cuenca de Pamplona durante la segunda mitad del siglo XII y aún los primeros años del XIII. En el interior nada hace sospechar el origen románico del edificio, enmascarado prácticamente por revocos y pintura; en cambio, queda definido por la amplia nave del siglo XVI con su correspondiente cubierta estrellada. El único recuerdo de la fábrica primera es la ventana abocinada del hastial, que fue trasformada en óculo en el siglo XVI, pero recuperada en las obras llevadas a cabo en los años 80 del siglo XX.