El pequeño pueblo de Olleros de Pisuerga se ubica al abrigo de la montaña, muy cerca del castro perremonano de Cildá y del espacio natural del Cañón de la horadada. Su joya más singular es la iglesia rupestre, un “rara avis” en el conjunto de iglesias románicas del norte de Palencia y del mundo, que escavada en la propia roca ha sobrevivido al paso de los siglos gracias al cuidado y a la puesta en valor de sus vecinos.