En plena comarca de la Alcarria, prácticamente a medio camino entre Cuenca y Guadalajara. La historia de esta villa, comienza también, en la repoblación, con Alvar Fáñez de Miñana, quien consigue que esta zona quede en control de los Comunes de Villa y Tierra, aunque con la entrada de los almorávides, esta zona se convertirá en campo de batalla hasta 1138, fecha en que se desmembra el imperio almorávide y las tropas cristianas comienzan la conquista de las plazas cercanas al río Tajo.
Esta villa de origen medieval, con una arquitectura tradicional bien conservada, de callejas estrechas, casas con corredores de madera, y plazas señoriales.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
De todos los testimonios medievales, destaca sobre todos ellos, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción una de las más interesantes de la provincia, comienza su construcción en el s. XIII, con gran influencia de los vecinos monjes del Císter, del Monasterio de Monsalud. Templo de nave única (aunque en época gótica se añade una más), ábside semicircular, portada de ingreso en el muro meridional, pero sobre todo destaca la imponente torre-campanario. Después de todas las remodelaciones, el templo queda distribuido en dos naves, la central cubierta por bóveda de cañón ligeramente apuntado, que se dirige al presbiterio, recto, y al ábside semicircular, abierto al exterior por tres aspilleras abocinadas.
La portada del templo se sitúa a los pies de la nave, en el muro oeste, con una estructura en tres cuerpos, donde destaca la puerta en el inferior, de medio punto, con molduras muy desarrolladas, destacando la arquivolta central en la que aparece una roseta en cada dovela. La separación entre el primer y segundo cuerpos, se realiza a través de una cornisa de puntas de diamante.
La torre, fechada por una inscripción de 1211, de planta cuadrada, de cinco cuerpos en origen, de los cuales sólo se mantienen cuatro cuerpos, el inferior liso, y los tres superiores abiertos en arcos. Respecto al interior, destacable las pinturas murales de la cabecera, las únicas medievales de la provincia.
En una de las capillas de la nave lateral, aparece una pila bautismal labrada en piedra caliza, con una tipología bastante sencilla y el esquema redundante en la provincia, copa de gallones o gajos, y la parte superior rematada por cenefa lisa.
Terminamos aquí, en plena Alcarria, entre olivares, nuestra ruta, sin olvidarnos que Cuenca posee numerosos testimonios que recorreremos en otra ocasión. ¡Buen Viaje!.