Identificador
31194_02_067
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 50' 48.67'' , -1º 38' 1.04''
Idioma
Autor
Javier Martínez de Aguirre
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Azoz
Municipio
Ezcabarte
Provincia
Navarra
Comunidad
Navarra
País
España
Claves
Descripción
EL TEMPLO SE HALLA EMPLAZADO en un extremo del pueblo, a la derecha de la carretera de entrada al caserío. Destaca al exterior por la composición de una estructura compacta a base de sillarejo rematada por una potente torre a los pies, retocada a finales del siglo XVI, y por una sacristía adosada perpendicularmente al sudeste del ábside, notablemente desviada del eje habitual, que fue levantada a principios del XVII. Contrafuertes prismáticos circundan todo el perímetro exterior de la iglesia y de la torre, sobresaliendo de entre todos ellos, en anchura y elevación, el situado en el ángulo sudoeste, que dispone de una pequeña ventana rectangular. A media altura muestra una moldura de sección cuadrangular que quizá podría indicar una intervención posterior con objeto de reforzarlo y recrecerlo para introducir el cuerpo de escaleras que conducirían al campanario y a las cuales se accede desde el coro, como se verá en breve. Asimismo, debe mencionarse, por un lado, la hilera de canecillos convexos situada bajo el tejaroz y que recorren el perímetro norte, este y sur del templo. Y, por otra parte, la existencia de diferentes modalidades de vanos que se distribuyen a lo largo de los lienzos del muro de forma muy similar a como se dispusieron en Maquírriain. En primer lugar, en el sur, destacan la pequeña abertura ya citada del contrafuerte. A continuación, otra ventana saetera ubicada en el cuerpo de la torre, que se corresponde con el nivel del coro al interior, y otra más, posmedieval, en el tramo intermedio de la nave. Y dos ventanas abocinadas cegadas, una apostada en el sudeste, que se abría donde fue añadida la sacristía, y otra en el eje del ábside. Por último, a medio cuerpo del hastial, destacan una ventana rematada en arco de medio punto de factura moderna y bajo ella una puerta -posiblemente la de acceso al recinto del cementerio- de grandes dovelas y traza irregular que se encuentra actualmente tapiada. Puertas de características similares también pueden observarse en otras iglesias como la de Cizur Menor (centro de hastial), Ballariáin (en ángulo noroccidental) y en Villamayor de Monjardín (muro norte). En cuanto a la torre, deben señalarse los arcos de medio punto en el cuerpo correspondiente al campanario que se abren al sur (un vano) y al este (dos vanos), más otra ventana tapiada en el norte, de morfología rectangular y un poco más baja que otra dispuesta en el lienzo occidental de características similares. El ingreso al templo tiene lugar por el lado de la epístola, a través de una sencilla portada (3,25 m de frente) encajada asimétricamente entre dos contrafuertes (79 cm de profundidad y 91 cm de frente). La puerta (1,37 de anchura de vano), sin tímpano, está formada por tres arquivoltas semicirculares planas, resguardadas por una chambrana con moldura baquetonada, de la que faltan algunas piezas superiores. Todas ellas apoyan sobre pies derechos que rematan en una moldura corrida a manera de cimacio. Sobre la portada culmina el conjunto un arco muy rebajado, construido con posterioridad bajo el nivel del tejaroz original, del que se ven algunos restos justo encima, con ménsulas lisas convexas. En su interior, el edificio responde a la tipología de iglesia de una sola nave de tres tramos (de 6,16 m de ancho por casi 17,5 m de longitud) cubierta con bóveda de cañón con arcos ligeramente apuntados de tosca factura, más la cabecera de ábside semicircular que recibe bóveda de horno. Los arcos fajones que recorren esta bóveda apean directamente en largas secciones de pilastras suspendidas, terminadas en ménsulas de triple lóbulo y coronadas por cimacios lisos. Una imposta lisa de sección semicircular discurre por todo el perímetro interior. Ambos elementos componen, así pues, una unidad constructiva muy semejante a la que se puede observar en el interior de la cercana iglesia de Maquírrian, pudiendo ser ambas obra del mismo taller. En cuanto a las ventanas, son originales las dos abocinadas con arco de medio punto colocadas en el eje y en el lienzo sudeste del ábside, que fueron cegadas al colocarse el retablo en el presbiterio y al construirse en ese mismo tramo la sacristía, desde donde se puede ver su parte exterior. Hay dos vanos más de forma rectangular, que se distribuyen a lo largo del lienzo meridional, en el tramo inmeditamente siguiente al presbiterio y en el coro (de traza moderna, que pudo sustituir a uno más antiguo de madera). En el hastial, también en la zona del coro, se abrió después un nuevo vano para iluminar la iglesia. En este mismo muro, junto al ángulo sur, se dispone la puerta de acceso a la torre. A la planta original se le adosó posteriormente, en su zona sudoriental, una sacristía notablemente desviada del eje habitual, que se dispone perpendicularmente al ábside. Para terminar, cabe subrayar las numerosas similitudes que se han observado en este templo con respecto al de Maquírriain, tanto en su planta como en las soluciones adoptadas en cubiertas, soportes y acceso a la torre. Ambas despliegan fórmulas propias del tardorrománico rural, como las pilastras suspendidas, que se emplean ya con profusión y seguridad en Azoz, hasta el punto de que ambos edificios pudieran ser obra de un mismo taller, siendo este último algo posterior. Por todas la características expuestas en los párrafos precedentes, cabría situar la construcción del edificio a principios del siglo XIII. En el ángulo noroeste del sotocoro se ubica una pila bautismal formada por una taza semiesférica decorada con gallones y un friso superior, en el que se alternan motivos de flores sexapétalas inscritas en hexágonos -a modo de estrellas- y círculos concéntricos con pequeños triángulos exteriores y botones centrales -simulando discos solares-, rematado por una gruesa moldura cordada. El fuste, prismático, con incisiones verticales y diagonales, también se decora en su parte central con los mismos adornos florales, aunque inscritos, esta vez, en polígonos y círculos. Estos motivos ornamentales reproducen un modelo decorativo típicamente visigótico que continuó labrándose a lo largo de la Edad Media y la Edad Moderna de forma habitual, hasta el punto de que en Navarra se encargaban pilas bautismales de características semejantes todavía en el siglo XVII, según lo indican los libros de fábrica de diversas iglesias. Algunos otros ejemplares, de factura similar y decorados por flores sexapétalas, cruces, estrellas y otros elementos encerrados en círculos pueden encontrarse en las parroquias de Berriozar, Huarte, Aldaba, Erroz, Echauri, Ollacarizqueta, Ubani y Urroz-Villa.